El primer paso para resolver una situación se llama representación de problemas, que significa interpretar y definir el conflicto, de manera que se ensayen varias formas de descifrar o personificar la traba.
En vista de que resulta tentador adelantarse e intentar resolver la dificultad tal como se presenta, es importante que tengamos en cuenta que este impulso con frecuencia conduce a soluciones erróneas, puesto que muchos problemas, por supuesto, no conducen en sí a estrategias ordenadas sino que requieren algo más de pensamiento flexible y original.
Una definición limitada del problema establece bloques conceptuales que hace imposible la solución del mismo, por lo que muchas veces es conveniente desarrollar una actitud crítica hacia los problemas, ya que al redefinirlos, tal vez descubra que ha abierto nuevos caminos para las soluciones creativas, y esto sólo se puede lograr si intentamos mantener siempre una actitud abierta hacia las soluciones potenciales.
Yo diría que para la solución de problemas es importante crear submetas, ya que con ello podemos descomponer un problema en partes más pequeñas y manejables, cada una de las cuales es más fácil de resolver que el problema completo, esto suele ayudar a disipar diversos dilemas de la vida.
Otro factor que puede facilitar o impedir la resolución de problemas es la disposición, que se refiere a nuestra tendencia a percibir y abordar problemas de cierta manera. La disposición puede ser útil si en el pasado aprendimos ciertas operaciones y percepciones que se pueden aplicar al presente.
Las personas tienden a hacerlo mejor cuando resuelven problemas por segunda o tercera ocasión debido a que aprendieron estrategias más eficientes y porque entienden mejor el problema.
De hecho, las estrategias que empleamos para resolver problemas son, en sí, disposiciones, ya que hemos aprendido que abordar un problema en cierto orden lógico es la mejor manera de resolverlo.
El punto es emplear una disposición cuando resulta apropiada, pero no permitir estar tan dominado por una forma aprendida de abordar el problema que la mente se cierre a nuevas formas de resolverlo.
Como la solución creativa de problemas requiere generar ideas nuevas y originales, el proceso no siempre se facilita con la planeación y empleo deliberado de estrategias de resolución de problemas.
La solución de muchos problemas se basa en el insight que suele ser el chispazo de luz en la oscuridad que remedia el disturbio. Muchos hemos tenido la experiencia de ver repentinamente la salida a una solución que parecía imposible.
Ahora, si usted simplemente no puede llegar a la solución de un problema después de una preparación cuidadosa y de esfuerzos sostenidos para resolverlo, se le puede aconsejar que deje de pensar en el problema por un tiempo y regrese a él más adelante, abordándolo desde una nueva perspectiva.
Es fácil quedar tan atrapado en los detalles de un problema que se pierda de vista lo obvio. Descansar de un problema lo puede llevar a descubrir un tratamiento más fresco.