Estrellas buscan terapia para corregir
lo que sale de sus bocas

<p>Estrellas buscan terapia para corregir<br/> lo que sale de sus bocas</p>

LOS ANGELES (AP) _ Antes las celebridades buscaban tratamiento por cosas que entraban a sus bocas. Ahora es por cosas que salen de ellas.

Michael Richards, apreciado por su extravagante personaje de Kramer en “Seinfeld”, comenzó a recibir terapia psiquiátrica para controlar su ira apenas días antes de proferir una diatriba de insultos racistas contra clientes afroamericanos en un club de comediantes. Más recientemente, el astro de “Grey»s Anatomy”, Isaiah Washington dijo que buscaría ayuda luego de recibir un torrente de publicidad negativa por su comentario despectivo hacia los homosexuales.

“Con el apoyo de mi familia y amigos, he comenzado a recibir terapia”, anunció Washington tras admitir, luego negar y finalmente admitir de una buena vez que sí pronunció la invectiva el otoño pasado cuando se refirió a un miembro del elenco del programa, T.R. Knight, quien al poco tiempo declaró que es gay.

Y por supuesto, la mejor nota entre celebridades el año pasado la dio Mel Gibson, con su comentario antisemita luego de ser detenido por conducir bajo el influjo del alcohol. Al igual que Richards y Washington, Gibson rápidamente anunció que buscaría ayuda.

Así que, “realmente buscan las celebridades cambiar la manera como piensan? O simplemente están cubriéndose las espaldas? Es probablemente un poco de ambos”.

La socióloga de la universidad de Sur de California Julie Albright dijo que “es una forma de arrepentimiento” el que celebridades públicamente admitan una mala conducta y que luego busquen ayuda para evitar que vuelva a suceder.

Su colega en la USC, Bill Boyarsky, no cree que la mayoría de las celebridades realmente tengan seriamente la intención de cambiar su conducta. Y ciertamente no aquellas que emiten un mea culpa público, y que luego ingresan durante algunas semanas a algún programa vagamente definido como terapéutico y sin supervisión.

“Por supuesto que son patrañas”, expresó Boyarsky, profesor adjunto en la facultad de periodismo de Annenberg y director de la sección metropolitana del Los Angeles Times. Una rehabilitación seria requiere de más que decir en público algunos “lo siento” y luego desaparecer una o dos semanas mientras se recibe terapia, expresó.

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