Estrés de choferes

Estrés de choferes

Vivimos en una época en donde cada vez crece aún más nuestro número de responsabilidades que realizar, sumado al poco tiempo que tenemos destinado para resolverlos debido a las distancias, tránsito y falta de herramientas o apoyo, por mencionar algunos. Y ahí es cuando venimos a caer en cuenta, que en realidad estar de chofer en este país es estresante.

Según estudios médicos, la depresión afecta a un 15% de la población y el estrés a un 30%.  Ambos estados anímicos influyen en nuestra forma de conducir, haciéndonos asumir más riesgos, reduciendo nuestra capacidad de concentración y aumentando la agresividad. Lo cual, evidentemente refleja que ambos porcentajes están muy por encima en este país; pero además, me hace convencerme que no soy la única, aparentemente es innumerable la cantidad de dominicanos que vivimos afligidos por los efectos que provoca en nuestro ser el estrés, porque la realidad es que son muy pocos los que uno se encuentra concentrado atrás de un guía en esta ciudad; porque si no es que están en el medio de la calle y no saben si van hacia la derecha o la izquierda, es que se van maquillando o hablando por teléfono, o unos tantos que salieron solo a pasear y a distraerse contemplando el aire, los pajaritos… u otr@s que manejan pero no están convencidos de que ya lo saben hacer, parece que todavía están practicando, o todo lo contrario, muchos son aquellos que viven con el acelerador pegado (casi no saben dónde está el freno) y viven en un apuro eterno (cualquier parecido con la realidad de los taxistas, motoristas, conchos, camioneros, etc.. es pura coincidencia).

Sabemos, que principalmente en las calles de Santo Domingo los factores que van acumulando el estrés al manejar son: embotellamiento por  imprudencias en el tránsito, autos que circulan a menor velocidad, molestia con las luces del auto de atrás (que no sabe que hay luces bajas y altas, ni cuándo se utilizan cada una), el semáforo en rojo con los vehículos transitando, y en verde pensando cuándo van a arrancar, el desconocimiento de que existe una palanquita que se utiliza para indicar con anterioridad si se dirige a la derecha o a la izquierda, que en las calles que no tienen preferencia es su deber ceder el paso al que viene por la vía de preferencia (hablo en chino verdad?), etc. Todo lo anterior provoca exceso de tensión y ansiedad que el conductor trata de liberar con la agresión, exceso de velocidad, sobrepasos, cambios de carril permanentes, conducción encimada al vehículo de enfrente, maniobras bruscas y/o por distracción, entre otros. Tengo entendido que conducir es una acción compleja que nos exige mucha concentración al volante, por simple que pareciera ser, donde involucra al conductor psicológica y físicamente. Por lo que se requiere de concentración, estado de alerta y atención permanente. De manera que un desempeño correcto en el volante depende no sólo de las habilidades del conductor para dominar su vehículo, sino de un adecuado estado físico para poder percibir adecuadamente las situaciones del camino. Cómo usted se sienta antes de arrancar su vehículo tiene mucho que ver con la manera en que el estrés le afectará al conducir. Un conductor estresado no se encuentra en las mejores condiciones para conducir con seguridad, debido a que las exigencias del tránsito lo sobrepasarán fácilmente, aumentando significativamente la tensión y el malestar interno.

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