Estructura de las exportaciones nacionales

Estructura de las exportaciones nacionales

EDUARDO KLINGER PEVIDA
Despues de la publicación de mi último artículo el pasado lunes sobre el destino de las exportaciones   del sector de la economía nacional   algunos se han interesado por conocer la composición de las mismas. Esta información es siempre de acuerdo con las estadísticas del CEI   RD cuestión que aclaro porque pudieran tener pequeñas divergencias con otras fuentes estadísticas por razones, generalmente, del momento de captación de la información.

Les recuerdo que la partida «exportaciones nacionales» no incluye las exportaciones procedentes de zonas francas.

Las ventas al exterior procedentes del sector economía nacional se consolidan en tres sub grupos, a saber: las tradicionales, las no tradicionales y los minerales.

Las exportaciones tradicionales comprenden al azúcar refino, melaza, sirop, furfural, azúcar refinado, café verde en grano, tabaco en rama, cacao crudo en grano; entre otros con menor peso en volumen y valor.

Las no tradicionales muestran un alto nivel de agregación en la estadística en mi poder pero abarcan otros productos agropecuarios, productos agroindustriales   en lo que debemos llegar a tener un peso abrumador en nuestra estructura productiva y exportadora  , productos industriales y artesanales y las re exportaciones.

El grupo de productos minerales lo integran fundamentalmente el ferroniquel, yeso en bruto, piedra caliza, entre otros.

En el año 2006 el producto que tuvo el mayor peso en las exportaciones fue el ferroniquel cuyas ventas ascendieron a algo más de 677 millones de dólares, seguido de los productos industriales con más de 385 millones. Siguieron los agroindustriales con 130 millones y los agropecuarios con 128 millones de dólares.

Las exportaciones de azúcar crudo apenas alcanzaron los 93 millones en tanto que la azúcar refinada apenas llegó a los 7 mil dólares.

Los productos tradicionales representaron algo más de 157 millones, ligeramente por encima del 10 % del total, mientras que las no tradicionales alcanzaron 690 millones de dólares para casi un 45 % del total exportado, en tanto las exportaciones de minerales ascendieron a otros 690 millones de dólares representando un 45 % del total exportado.

Se puede apreciar una mejoría en las exportaciones de la economía nacional en su conjunto. Sin embargo, la estructura de las mismas continúa sin reflejar los cambios que necesitamos.

Fue un error histórico el abandonar nuestra industria azucarera. Mientras que observamos la curva de declinación de nuestra producción y exportación azucarera, podemos apreciar como, paralelamente, esa misma curva tuvo una tendencia alcista en otras plazas cercanas. Todo fue causa de la «tortícolis norteña» que se padece. La declinación en las compras de la factura azucarera desde Estados Unidos   por el surgimiento del jarabe de maíz rico en fructosa   a mediados de los años ochenta, no encontró otra respuesta interna que no fuera el abandono de la industria.

Hay algún que otro economista que se horroriza cuando usted habla de la recuperación de la industria azucarera, recordando tan solo la dependencia que se tuvo de ese sector durante decenios. No es volvernos monoproductores y monoexportadores, sino aprovechar las potencialidades de un sector que puede seguir teniendo un peso importante en la economía nacional. Así lo muestra el mercado.

El consumo promedio de azúcar en el mundo esta por los 20 kgms. Anuales per cápita, en los países desarrollados esta por encima de los 40, pero en China Popular esta apenas remontando los 5 kgms. per cápita anuales. Hay mercado, aunque, por supuesto, es un sector que se debe enfocar de manera integral para aprovechar todas las potencialidades de la caña de azúcar.

Más adelante llamaba la atención sobre el rol que debe llegar a jugar la agroindustria en nuestra economía. La tierra de la República Dominicana es generosa en su oferta por lo que el país tiene que saber aprovechar al máximo su producción agropecuaria industrializando la mayor parte de la producción y con ello agregar valor a nuestras exportaciones.

Pocos alemanes e italianos han visto una mata de café; sin embargo, aparecen como importantes productores y exportadores del mismo porque lo compran en grano en las zonas productoras, los procesan, agregándoles valor, y los venden a los propios productores. Algo similar sucede con el cacao y el chocolate.

¿No podríamos procesar el café, el cacao y otros productos agropecuarios?

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