Los detalles estructurales de la fortaleza San Luis, en Santiago, y su amurallado interior con el museo son únicos en el país, ésta se encuentra situada en el cerro sur-este de la urbe en el alto de la cuesta que cruzándole la calle Vicente Estrella comienza la San Luis.
Su construcción fue en el 1804 primero con materiales rústicos de madera; luego, el 6 de marzo del 1874, se levantó de ladrillos, piedras y mampostería, igualmente ocurrió con su muralla con gruesos muros, que se construyó cuando se firmó el tratado de Basilea en homenaje al entonces Rey francés Luis XIV. En ella se izó la primera bandera dominicana.
Allí, en el interior, donde está el departamento del museo, la estructura del amurallado es sólida, pues los muros tienen más de un metro de fondo; en sus curiosas aspilleras cabían los brazos con el fusil apuntando al enemigo; éstas son muy originales, debido a que su hueco es triangular, inspiradas en el símbolo masónico donde las líneas laterales simbolizan lo masculino y la línea de base, lo femenino.
Otra interesante cavidad está en una garita cuya ventana que mira al sur del barranco tiene forma de cruz. Ésta les servía como altoparlante para alertar a las tropas, y su forma representa el símbolo que se encuentra en el centro del escudo nacional.
La entrada al fuerte tiene cuatro metros de ancho y seis de alto; en ella aparece un amplio arco carpanel de grueso marco, que en cada lateral esquinero, presenta un pilar de cuerpo circular adosado y en el remate, el techo almenado construido con los rieles del otrora tranvía santiagués.
Al lado norte está la torre del reloj público, formada por tres cuerpos, donada por el entonces presidente de la República Ulises Heureaux (Lilís); el primero de ellos tiene la puerta de entrada y la de salida; el segundo presenta cuatro ventanas cerradas con marcos cuyas molduras son de estilo árabe y el tercero, tiene el reloj cuyas cuatro caras presentan las manecillas construidas de madera de cedro.
Arriba, el reloj tiene a cada lado tres huecos para dar entrada de aire al interior. De sus vértices esquineros adosados surgen especies de pilastras cuyo tope es piramidal, y su techo también presenta almenas.