Estudian envío observadores comicios Haití

Estudian envío observadores comicios Haití

NACIONES UNIDAS (EFE).- El Consejo de Seguridad de la ONU dijo ayer que estudiará la posibilidad de enviar observadores internacionales a las elecciones de Haití, previstas para noviembre próximo, ante las profundas divisiones políticas que hay en el país.

En una sesión pública del Consejo, el embajador de Brasil, Ronaldo Mota Sardenberg, informó de los resultados de la misión que encabezó a Haití la semana pasada, junto con un grupo de expertos del Consejo Económico y Social (ECOSOC).

El diplomático explicó que la misión se reunió con el presidente interino de Haití, Boniface Alexandre, y su primer ministro, Gérard Latortue, así como con el jefe de la Misión de Estabilización de la ONU en el país (MINUSTAH), Juan Gabriel Valdés, y altos mandos militares.

Recordó que es la primera vez que el Consejo realiza una misión de este tipo a un país americano, lo que demuestra el compromiso de la ONU «para buscar una solución a largo plazo para el país».

Mota Sardenberg enfatizó la profunda división interna que vive el país a unos meses de las elecciones, y dijo que durante la visita se entrevistaron con líderes de las diferentes formaciones políticas y sociales, incluidas con el partido Lavalas del ex presidente Jean-Bértrand Aristide.

En este sentido, la misión de la ONU instó a todos los grupos a fomentar «el diálogo y la reconciliación nacional», y a abandonar la violencia, que ya se ha cobrado la vida de cuatro cascos azules desde que se creó la MINUSTAH en julio pasado.

El diplomático brasileño subrayó que el diálogo nacional es fundamental para que el desarrollo de las elecciones, por lo que el Consejo tiene intención de «estudiar el envío de observadores internacionales» para supervisar que los comicios sean «libres y transparentes».

El embajador anotó que el deseo del Consejo es que el nuevo Ejecutivo que salga elegido en los comicios de noviembre pueda asumir el poder el 7 de febrero del 2006, como está previsto en el calendario.

Por otro lado, consideró «indispensable» que el gobierno de transición inicie el programa de desarme, desmovilización y reinserción de combatientes, «con respuestas concretas a los ex militares para que puedan integrarse» a la vida civil.

Mota Sardenberg admitió que «los problemas en Haití persistirán incluso después de las elecciones, pero que los comicios son la clave para facilitar el proceso democratizador».

Por otro lado, hizo un llamamiento para acabar con el clima de impunidad en el país como denuncian de forma persistente las organizaciones no gubernamentales (ONG).

Las estadísticas recabadas por la Comisión Nacional Haitiana de Justicia y Paz revelan que 63 personas fueron asesinadas en enero y 68 en febrero, y el organismo no descarta que las cifras sean más elevadas.

«Todos los actores en Haití deben conocer y respetar las normas de los derechos humanos. Hay una necesidad imperante de poner fin a la impunidad», declaró el diplomático, quien opinó que se debería actualizar la legislación haitiana que se remonta al siglo XIX.

Aunque reconoció que la situación de seguridad ha mejorado sustancialmente, en comparación con la segunda mitad del 2004, todavía es motivo de gran preocupación, por lo que pidió un mayor apoyo internacional para reforzar a la policía haitiana.

En el ámbito del desarrollo económico, Mota Sardenberg reclamó a la comunidad internacional que haga efectivos sus compromisos adquiridos en la Conferencia de donantes en Washington en julio pasado.

Sin embargo, afirmó que en la planificación de proyectos de desarrollo, como construcción de infraestructuras viarias y plantas energéticas, «se respeten las prioridades de los haitianos y no de las instituciones financieras y países donantes».

El embajador anunció que el Consejo elabora un informe detallado sobre la visita a Haití, que incluirá recomendaciones concretas en distintas esferas para el gobierno provisional y para la MINUSTAH, cuyo mandato será renovado a finales de mayo.

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