Estudian propiedades terapéuticas del tabaco

Estudian propiedades terapéuticas del tabaco

LA HABANA (EFE).- La hoja del tabaco cubano, uno de los más famosos del mundo y entre los principales productos de exportación de la isla, es objeto de estudio para el empleo de sus potenciales propiedades terapéuticas y alimenticias.

Norma del Castillo, doctora en Ciencias Técnicas, responsable de la vicedirección de Desarrollo Industrial del Instituto de Investigaciones del Tabaco, elogió la calidad de las proteínas extraídas de la hoja verde del tabaco.

Del Castillo Alonso explicó que el valor nutritivo de estas sustancias es similar al obtenido de otras fuentes de origen natural, avaladas por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), informó la Agencia de Información Nacional (AIN).

Especialistas del Instituto de Investigaciones del Tabaco, con sede en la localidad habanera de San Antonio de los Baños, desarrollan un proyecto que analiza los posibles usos no convencionales de la planta en su totalidad.

En sus estudios, los expertos cubanos han comprobado la excelente calidad de la proteína denominada Rubisco, y aseguran el éxito de su utilización como aditivo en los alimentos.

También han indicado que confían en que pueda ser recomendable en el tratamiento de enfermos aquejados de insuficiencia renal, para reducir la secuencia de las hemodiálisis a las que deben someterse.

Originaria de las Antillas, la especie de tabaco más cultivada en Cuba es la Nicotiana Tabacum, perteneciente a la familia solanácea y que debe su perfume y características fundamentales al alcaloide nicotina.

El tabaco, producto clave de la economía cubana, aunque se cultiva en la actualidad en casi todas las provincias de la isla, tiene localizadas sus más importantes plantaciones en el territorio occidental de Pinar del Río, en particular en la zona de Vueltabajo, considerada la cuna del mejor tabaco del mundo.

El uso terapéutico de la hoja del tabaco supone una alternativa de salud frente al dañino hábito de fumar, que en Cuba cuenta con más de dos millones de consumidores (de sus 11,2 millones de habitantes), según datos oficiales. 

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