Estudian y analizan piedras, ladrillos y morteros de la Catedral

Estudian y analizan piedras, ladrillos y morteros de la Catedral

Ildefonso Ramírez, reputado arqueólogo español que ha realizado exitosas excavaciones e investigaciones en Irak, Jordania y en diversos países europeos, asumió el compromiso de dirigir el equipo de trabajo encargado de la fotogrametría que será utilizada en la conservación y rehabilitación de las cubiertas y fachadas de la Catedral Primada de América.

Paralelamente, el Arzobispado de Santo Domingo contrató los servicios de la compañía española Proyectos y Rehabilitaciones Kalam S.A. y firmó un acuerdo de trabajo con la Universidad de Alcalá de Henares. El arquitecto Eugenio Pérez Montás, director de la Unidad Ejecutora del Arzobispado de Santo Domingo, quien tiene amplia experiencia en desarrollo comunitario, ha sido artífice en la recuperación arquitectónica de la Ciudad Colonial de Santo Domingo.

Ramírez, apoyado por un equipo multidisciplinario formado por un arqueólogo y dos arquitectos españoles, más otro arquitecto dominicano, trabaja en la documentación para los estudios y analíticas de piedras, ladrillos y morteros, en las mediciones topográficas y ortofotos georeferenciadas que permitirán tomar las decisiones más acertadas.

La tecnología utilizada es la fotogrametría monumental, una técnica usada para documentar, con la mayor precisión posible, el patrimonio de algunas naciones. Arqueólogos y arquitectos confían en esta técnica a la hora de restaurar y estudiar edificaciones.

“Es un proyecto muy ambicioso porque parte también de hacer un estudio desde la arqueología de la arquitectura de la catedral, que es excepcional. Cuando le escribo a mis compañeros y les digo que estoy aquí, se mueren de envidia. Estamos ante un edificio puro, de arquitectura hispana”.

El proyecto, según la descripción de Ramírez, consiste en desarrollar una restauración parcial o total de la catedral, que necesita ser trabajada y ser puesta en valor. La primera fase consiste en realizar un conjunto de planos, lo más eficiente posible, para que los arquitectos restauradores puedan ejecutar estos proyectos que se quieren llevar a cabo.

Ramírez dice sentirse entusiasmado de trabajar en La Catedral de Santo Domingo, un edificio interesante para la historia de la arquitectura europea y americana. “En ocasiones no conocemos cierta cronología en algunos edificios españoles de finales del 400’, y aquí lo tenemos muy claro”.

“Hoy en día existen tecnologías digitales para que los arquitectos puedan mejorar un proyecto hasta el último centímetro cuadrado, de cuánto cemento, concreto o cal es original, cuántas piedras han sido afectadas por el ataque de un liquen en la piedra coralina, cuántos ladrillos están arenizados, si hay que cambiarlos o no. Eso implica que la base de datos sea perfecta para que, sobre todo, en un fin último, los precios no varíen”.

Es importante conocer el edificio, apunta Ramírez, conocer el edificio, valorarlo y poder transmitirlo, no para el turismo, sino para que este trabajo que se realice llegue a los dominicanos y la gente conozca su catedral, cómo evoluciona y cómo es. “Eso siempre se afronta desde lo que se conoce como arqueología de la arquitectura. Es una forma de poder ver cómo se han ido encajando a lo largo de los años las diferentes fases, por infinitas que sean, aunque sea un clavo metido en la pared o una edificación de una nueva capilla”.

La base previa para este tipo de trabajo, según Ramírez, es una planimetría perfecta, en la que uno pueda conocer hasta la última piedra de la Catedral. También hay que valorar dentro de las técnicas que tenemos, la parte económica. Es cierto que disponemos de todo desde el punto de vista digital, y debemos de ir a un tipo de levantamiento que sea práctico, económico, y no sea doloso a la obra.

Ruidos, contaminación ¿Los ruidos y contaminación podrían eventualmente deteriorar la estructura de La Catedral? “Puede afectar el culto, no la arquitectura de la Catedral. Por ejemplo, una obra en una calle aledaña; el hecho de que una máquina retroexcavadora esté picando el cemento, eso genera un conjunto de vibraciones que se trasladan y podrían puntualmente generar algún tipo de problema en la Catedral.

Ramírez refirió que siempre hay que tomar medidas correctivas cuando una obra se acerca mucho a este tipo de edificación. No creo que sea un problema estructural, que pueda caerse la catedral por culpa de esta obra, pero sí podría generar fisuras en pequeñas zonas de la catedral, como la torre del campanario, que tiene bastante patologías.

Control de palomas. Las experiencias europeas han demostrado que cuando se han eliminado las palomas de los conjuntos históricos, la calidad de los edificios ha mejorado muchísimo. Hoy en día las palomas son de los elementos que más deterioran los monumentos. Se han tomado medidas de control de plagas, y se considera a las palomas como tal”.

Creo que es necesario adoptar los medios necesarios para controlar estas aves, desde medios naturales hasta elementos electrónicos para que no se posen en los edificios. Las palomas generan una sutura brutal de toda la epidermis de edificios históricos.

Creo que hay que tomar decisiones, que muchas veces son más políticas que técnicas. Entiendo que la imagen icónica de la plaza, las palomas, la gente, eso cuesta. Eso provocó que Sevilla hoy en día tenga el casco histórico que tiene, limpio, turístico. Eso ocurrió en Madrid, donde éstas han sido controladas.

Culto, no turismo. “La Catedral de Santo Domingo es un edificio vivo y su función principal son los oficios religiosos. Incluso, cuando trabajamos tratamos de no interferir en nada.

La Catedral es para el culto, no para el turismo. El turismo se verá gratificado porque encontrará un lugar bien cuidado, bien trabajado, pero hay que cuidar las normas. Lo que predomina en esos edificios es el culto. Eso debe saberlo el dominicano, que esa catedral es suya, no del turismo. Hay que controlar las palomas y el turismo en la catedral. Hay que aplicar proyectos que han funcionado en otros países, si es que se van a adoptar medidas.

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