Por MARIEN ARISTY C.
Los 1,160 estudiantes de la Escuela Presidente Antonio Guzmán, de Los Solares de Invivienda se encuentran fuera de las aulas desde el lunes pasado, cuando sus padres decidieron que no los volverán a enviar a la escuela hasta que tengan un lugar decente donde recibir docencia.

Cansados de ver que sus hijos reciban clases sobre bloques de cemento y en un plantel que no reúne las más mínimas condiciones, la Sociedad de Padres y Amigos de la Escuela decidieron irse a una huelga indefinida.

Así lo anunció ayer Crucito Morillo, presidente la Sociedad, quien explicó que no pueden seguir mandando a los muchachos a la escuela porque no hay condiciones para recibir las clases: cuatro de las aulas son parte de dos ranchetas al punto de colapsar, mientras que las otras cuatro fueron abandonadas a medio construir.

Para hacer el panorama menos alentador, no tienen instalaciones sanitarias ni butacas: los niños deben ir donde vecinos para hacer sus necesidades y sentarse sobre bloques de cemento que recogen de la propia construcción.

Con pisos de tierra que hacen de la respiración una odisea, este espacio es tan caluroso y agobiante que resulta insostenible estar por mucho tiempo en el lugar. Sensibilizado con la causa, el síndico anterior de Santo Domingo Este, Domingo Bautista, decidió reconstruir la escuela a finales del año 2005. Para iniciar los trabajos en marzo del 2006  derribaron dos de las ranchetas con techos de zin y comenzaron a levantar la escuela. Poco después, con la derrota electoral del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), la reconstrucción de la escuela fue detenida.

Para hacer la historia más triste, también se detuvieron los pagos de la oscura y asfixiante mejora en la que recibe clases una parte de los estudiantes de la escuela.

NOS HAN ENGAÑADO
Para Crucito Morillo y el resto de los padres de esta escuela, el gobierno los engañó en septiembre pasado, cuando le enviaron a un ingeniero que supuestamente terminaría de levantar el plantel. Con esto las autoridades consiguieron que los padres dejaran de boicotear el inicio del año escolar.

«No sabemos qué se está haciendo, un ingeniero vino aquí y dijeron que iban a hacer la escuela. Luis Hernández, el encargado del presupuesto nacional, vino a visitarnos también pero no supimos nada más de él. Hasta que no vean que se está haciendo la escuela los padres no van a enviar a los niños a la escuela», sentenció Morillo.

Tras informar que los maestros asisten puntualmente a su centro de trabajo, Morillo explicó que cada día va un grupo de padres que se encarga de despachar a los pocos estudiantes que ahora aparecen por el lugar.

Para ellos, manifiesta Morillo, la situación es difícil: llevan diez años reclamando por una escuela en la que sus hijos puedan estudiar. «Sólo nos mandan autoridad, autoridad y autoridad, pero al final sigue el abuso. Como el Presidente dice que es pa’lante que vamos, nosotros nos agarramos de ahí».

Confiando plenamente en el mandatario, Morillo dijo que está seguro de que Leonel Fernández dará las instrucciones precisas para que la escuela sea terminada. «Creemos que él le va a responder a la comunidad», manifestó Morillo al tiempo de recordar que el centro fue levantado por la gente de la zona en el año 1995.