Reportaje a las Pruebas Nacionales de La Secretaría de Estado de Educación (SEE), desde este martes 16 hasta el jueves 29, para los estudiantes que cursa el octavo. Santo Domingo Republica Dominicana. 16 de junio de 2009. Foto Pedro Sosa
petra Saviñón/ tania Hidalgo
petrasavinon@gmail.com
El año escolar abre hoy con dos novedades, por primera vez en una fecha distinta a septiembe y agosto y sobre todo la más llamativa y preocupante, a distancia, una modalidad que genera incedertidumbre entre estudiantes, docentes y padres por las cargas sin amarrar que quedaron en el camino. Están convocados 2.8 millones de alumnos.
Los más perjudicados serán los 2.2 millones que registra el sector público. Al ciclo digital ya no accederán con dispositivos como las computadoras que el miércoles 23 de septiembre el ministro Roberto Fulcar anunció empezarían a entregar esa misma semana. No ocurrió y ha sido criticado por la Asociación Dominicana de Profesores.
Por esto ahora esos niños deben tomar clases difundidas por 25 canales de televisión y 150 emisoras de radio, con el inconveniente de que todavía ayer algunos no sabían el medio que les tocaba según su grado.
El Ministerio de Educación programó las transmisiones por niveles y ciclos de hasta tres horas diarias y con repeticiones en el transcurso del día.
“Ha sido todo muy cuesta arriba, apresurado. Tal vez hubiese funcionado mejor si retrasaban la apertura hasta que estuvieran cuadrado por completo”, considera el sociólogo Carlos Rocha.
Hay más, el miércoles 28 de octubre, el gerente de la Distribuidora de Energía del Sur, Milton Morrison, prometió que las empresas de electricidad, todas, no solo la que dirige, cubrirían el 97% de la demanda, de manera que las suspensiones no sean obstáculo para acceder a la docencia.
Sin embargo, padres como Orestes Gutiérrez dudan que sea posible acabar tan rápido los cruentos apagones. “Aquí en Los Guandules la luz no para ¿y desde que empiecen las clases todo estará bien?” cuestiona. Tiene tres hijos en planteles públicos de ese barrio capitalino, en grados distintos y solo un televisor.
Centros privados y escollos. La situación anormal no deja fuera a los colegios. Hasta sus sedes acuden representantes de matriculados a requerir información “porque están en el aire”.
“Necesitamos orientación. Los ensayos con los niños son pésimos, cambian los horarios, la plataforma es débil y ya el tiempo encima”, grita impotente Luz del Rosario Gómez, que ya pagó la mitad del periódo.
Desde Minerd. Como parte de esta iniciativa, el ministerio presentó la propuesta pedagógica “Aprendemos en Casa”, diseñada a partir de las características de los escolares y de las condiciones socioeconómicas que la pandemia impone.
Incluye cuadernillos a distribuir mensual a alumnos y profesores y abarcará a niños con discapacidades visuales y auditivas y autismo. Tiene versiones en braille, lengua de señas y pictogramas.
El ministro explicó que acordaron con Salud Pública que los estudiantes con más inconvenientes de aprendizaje vayan a las aulas, en fechas acordadas y con protocolos.