Yaguate. San Cristóbal
Entre gallos, gallinas, gatos, olor a basura, el ruido de las pulidoras y taladros de un taller vecino, los estudiantes de la escuela pública Las Mercedes, reciben el pan de la enseñanza.

Y es que, el mal estado del recinto donde operaba el centro educativo obligó a los lugareños a trasladar a los docentes y estudiantes, al único lugar disponible en la comunidad para albergar a 372 alumnos: una gallera.

La antigua escuela fue construida en el año 1989, y ha sido embestida por más de 25 fenómenos atmosféricos desde su creación; lo que ha provocado que sus paredes, columnas y pisos se hayan agrietado.

El moho y el hollín han corroído las barras de metal que sostienen las láminas de zinc en el techo, amenazando con desplomarse en cualquier momento, obligando al personal a abandonar el plantel.
La gallera. Por ser un espacio abierto los maestros han tenido que colocar sabanas y lonas para cubrirse del sol y las lluvias, que en ocasiones han inundado todo, dañando los libros y cuadernos de los alumnos.
La directora del centro, Miguelina Guzmán Vallejo, hizo un llamado al Ministerio de Educación (Minerd), para que se apiade de la precaria situación en la que tienen que laborar.

“Este lugar es un peligro para los niños y para nosotros, que tenemos que convivir con los animales y con un taller de herrería al lado, dificultando la docencia”, explicó la encargada.
Guzmán Vallejo manifestó que pese a lo inadecuado del lugar, es el único en la comunidad con capacidad de albergar tantos niños; y temen ser desalojados por incumplimiento en el pago al propietario del local por parte del Minerd.

“Ya el Minerd no tiene excusas para decir que no hay terreno donde construir la escuela, porque varias empresas ya le han notificado el interés de vender sus terrenos”, indicó.
Los niños. Los niños de la escuela Las Mercedes, disfrutaban de un merecido recreo luego de haber recibido varias horas de clases. El timbre sonó y todos acudieron a sus respectivos lugares.

El patio quedó vacío y quieto, a diferencia de los espacios divididos con plywood, que fungen como aulas, donde el ruido se hace ensordecedor.
En aquel barullo las clases de matemáticas se confunden con las de sociales o lengua española, evitando la comprensión entre profesores y estudiantes.
Laurelin Aquino, de 14 años, dice tiene el sueño de ser doctora, por lo que solicitó al ministro Andrés Navarro, llevar la revolución educativa hasta su comunidad.

“Yo quiero una escuela donde pueda aprender algo; porque aquí la bulla y la incomodidad impiden retener las clases”, manifestó la estudiante de octavo grado.
Asimismo, Santa Reyes dijo tener dos niños en la escuela, “a veces siento temor de mandarlos porque cuando llueve la gallera de inunda de agua, y no quiero que se enfermen”, comentó la preocupada madre.
EL Minerd. Representantes de la Comisión de Mantenimiento Civil del Ministerio de Educación, efectuaron una visita al plantel educativo.
El representante de la comisión, Wadys Tejada, indicó que el terreno tiene fallas, por lo cual se necesitaría un nuevo terreno.
Propuso la instalación de aulas provisionales, prefabricadas, mientras se resuelve la situación del terreno.
Tras ser cuestionado sobre el tiempo de instalación de las nuevas aulas, Tejada indicó que “en Educación no se puede hablar de tiempo”, debido a los procesos que deben cumplirse.
Alegó que los recursos de Educación no son suficientes para la demanda del país.
“Educación tiene más de 6,000 centros a nivel nacional y las necesidades son muchas, el 4% no alcanza para tanto”, dijo.