Puerto Príncipe, (AP).- Varias decenas de estudiantes se enfrentaron el lunes con soldados pacificadores de la ONU y con la policía haitiana al comenzar de nuevo las clases en la devastada capital del país.  

Al menos 30 manifestantes se reunieron en el Ministerio de Educación para exigir que las autoridades reparen un edificio escolar dañado por el terremoto del 12 de enero o proporcionen a los estudiantes un edificio alternativo. Algunos bloquearon calles y lanzaron piedras a automóviles. Las autoridades dispararon gas lacrimógeno para dispersarlos.  

La embajada de Estados Unidos recomendó a los ciudadanos estadounidenses evitar el barrio donde ocurrió la manifestación.   Por otro lado, los padres de familia se esforzaron por juntar fondos para el que se supone será el primer año escolar completo desde el fuerte sismo.

El movimiento telúrico destruyó más del 80% de la desvencijada infraestructura escolar de la capital, la mayoría de propiedad privada.  

El ciclo escolar casi se canceló en su totalidad después del terremoto, y sólo continuó durante breves meses para terminar parte del año.   Pero incluso antes de eso, el sistema era un fracaso.

Sólo la mitad de los niños de Haití estuvieron inscritos en un momento dado, asistiendo principalmente a escuelas de dudosa calidad en edificios inseguros. Más de un año antes del sismo un plantel se desplomó en una ladera de un barrio pobre en Petionville, matando a 100 estudiantes y adultos.  

Únicamente uno de cada 10 maestros haitianos es un educador calificado; una tercera parte ni siquiera ha completado el noveno grado, según el Banco Interamericano de Desarrollo. 

“(Mis hijos) no van a la escuela porque no tengo dinero para enviarlos, ni siquiera para pagar un taxi para llegar allá”, dijo Alicia Louis, madre de cinco pequeños que vive en un campamento para personas sin vivienda en Petionville.  

El BID ha prometido recaudar 500 millones de dólares para reconstruir y mejorar el sistema.