Los estudiantes dominicanos preuniversitarios en Nueva York están rezagados con relación a los de otros países latinoamericanos y muestran un gran desconocimiento de su historia patria y de su cultura, una situación que según Robert Mercedes, presidente de la Asociación Dominico-Americana de Supervisores y Administradores Educativos preocupa a las autoridades estadounidenses.
El director del plantel MC 90 del Bronx, la escuela con mayor cantidad de alumnos criollos, indicó que aunque la deserción ha disminuido, los 350 mil niños procedentes de República Dominicana que registra el estado neoyorquino revelan muchas carencias, por lo que el canciller de educación, Richard Carranza, ha propuesto un currículo más equilibrado, que ayude a reforzar capacidades.
Expuso en visita a este diario que no tienen acceso a libros de autores de su nación, ni reciben información sobre lo que ocurre, como los acontecimientos sociales que la impactan.
Por esto incluirán obras de escritores dominicanos en la enseñanza y reforzarán las materias neurálgicas que les acerquen a sus raíces, que los identifiquen con lo suyo.

Con esto buscan ampliar la cantidad de egresados que vayan a la universidad, puesto que de 175 latinoamericanos graduados de octavo, solo 65 terminan la secundaria y de esos, tres los estudios de tercer nivel y aunque hay problemas de adaptación entre los recién llegados a Estados Unidos, Mercedes afirmó que es solo al principio y que uno de los mayores escollos es el idioma, pero cuentan con formación especial, para reducir esa brecha.
“La deserción después de octavo entre los hispanos es alta por falta de información, la situación económica también influye pero hay programas para orientar a los estudiantes y a sus padres”, explicó.

Para mejorar. Sostuvo que la escuela que dirige tiene 60 docentes, 20 dominicanos, y que de los 1,700 directores de centros en la urbe, 100 son del país, dispuestos a trabajar para elevar el índice académico de sus pupilos, por lo que un grupo vino a un intercambio en la Universidad Autónoma de Santo Domingo para entrar en contacto con la cultura local y mostrarla en las aulas de Nueva York.