Hoy 
Apenas un tercio de los trabajadores urbanos se encuentra cotizando para una pensión de vejez, y ese porcentaje es casi nulo en el caso de los trabajadores por cuenta propia, según el estudio del Banco Mundial presentado ayer en el Banco Central
El problema de la informalidad en el trabajo urbano está teniendo serias implicaciones en materia de la seguridad social en el país, según los resultados de un estudio elaborado por el Banco Mundial, dado a conocer ayer por la Secretaría de Economía Planificación y Desarrollo, el Banco Central y el organismo internacional.
De acuerdo a los resultados del señalado estudio, apenas un tercio de los trabajadores urbanos se encuentra cotizando para una pensión de vez, y ese porcentaje es casi nulo en el caso de los trabajadores por cuenta propia.
Concretamente, el estudio arrojó que sólo un 4.07% de los asalariados por cuenta propia cotizan para una pensión de vejez, y en el caso de los asalariados informales, ese porcentaje sube al 49.17%.
Al preguntarse qué hacen los individuos como actividad preparatoria para la vejez, la Encuesta de Informalidad, en la cual se apoyó el estudio, revela que cerca de 56% de la población urbana encuestada -de 14 años o más-, declara no hacer nada absolutamente nada, algo más de 1/4 de la población responde que está ahorrando, y alrededor de 1/5 declara que su vez dependerá de la manutención prevista por los hijos e hijas. Más allá de cotizar a planes de pensión, los trabajadores formales llevan a cabo más actividades que los informales en preparación para la vejez, aún si se adoptan criterios de formalidad distintos al de seguridad social, explica el estudio.
En cuanto a la salud, el estudio arrojó que entre los trabajadores formales e informales una gran brecha emerge en lo que se refiere al pago de seguro contra riesgos de salud.
Si se adopta el criterio de formalidad basado en la seguridad social, más de 90% de los trabajadores formales paga un seguro de salud, mientras esto sólo ocurre en alrededor de 16% de los informales.
Igualmente, el estudio indica que mientras alrededor de 27% de los asalariados informales tiene seguro de salud, el porcentaje sube a más de 39% en el caso de los cuenta propistas informales. Se considera que el tema de la informalidad debe ser abordado como una herramienta en la lucha contra la pobreza.
