Hoy martes se juega el sexto partido de la Serie Mundial entre los Dodgers de Los Angeles y los Astros de Houston.
Una serie de brinco y espanto en donde hemos visto a dos equipos luchar de manera espectacular, con ambos conjuntos alternándose los lideratos y en donde el pitcheo ha brillado por su ausencia en la mayoría de los partidos.
El pasado domingo se rompió el récord de más jonrones conectados en postemporada y en una Serie Mundial, una muestra fehaciente de lo mucho que ha corrido la pelota en el 2017.
Ya mencionaba hace unas semanas, que en la Serie Regular se batió el récord de más cuadrangulares y en la postemporada no ha sido diferente.
Quizás la mayor noticia hasta hoy ha sido el desempeño que mostró Clayton Kershaw el domingo. El mejor lanzador de Grandes Ligas ha fallado en su accionar de postemporada en su carrera, siendo el mejor escenario para olvidar todos esos momentos de baja efectividad, un encuentro de Serie Mundial.
¿Queda a deber Kershaw? Por supuesto, hoy en día seguirá llevando ese “mono sobre la espalda” uno que se ríe cada vez que se menciona al zurdo como uno de los más dominantes de la historia, lo que ciertamente puede ser argumento, pero solo en Serie Regular.
Solo en estos playoffs, Kershaw ha recibido 8 jonrones, la mayor cantidad para pitcher alguno en una postemporada. Su efectividad de por vida en octubre es de 4.50 en 118 innings lanzados.
Y así no hay forma alguna de meterlo en la conversación de los mejores lanzadores de la historia, sin alguien mencionar lo mal que ha sido su desempeño en estas instancias.