Estudio Deportivo. Los peores

Estudio Deportivo. Los peores

El viernes pasado el venezolano Pablo Sandoval fue colocado para asignación por los Medias Rojas de Boston. A partir de ese momento cualquier equipo podrá reclamarlo durante diez días, teniendo que pagar el resto del contrato firmado en diciembre del 2014.
Parece improbable que cualquiera vaya a comprometerse por 49 millones de dólares de esa firma que en su momento llamó la atención de todos, por el historial de Sandoval con el peso, aunque lo que maravilló a la gerencia de Boston en ese momento fue la gran postemporada que tuvo el venezolano, una que llevó a los Gigantes de San Francisco a ser los campeones con su .429 en la Serie Mundial.
Hoy, con 30 años, las opciones del Kung Fu Panda serán mínimas. Su actuación fue un total desastre. Apenas 14 jonrones en tres campañas, con una línea ofensiva de .237 de average, embasándose en apenas el 29% de las ocasiones.
Si nos vamos a los aportes sobre el jugador reemplazo (WAR), ese contrato se suma a unos que han sido históricamente malos, liderados por el contrato de Ryan Howard y los Phillies de Filadelfia.
El primera base firmó por 125 millones de dólares y 5 años, siendo considerado el que menos ha logrado justificarlo.
Teniendo un -4.5 de WAR, lo que quiere decir que cualquier jugador agente libre en Triple A hubiese sido mejor que tener a Howard. La diferencia es que a ese jugador se le hubiese pagado apenas el mínimo, mientras Howard cobraba 28 millones.
Sandoval terminó con un -2.0 de WAR, el 2do peor de todos los tiempos de los que jugaron.
Pero el peor contrato de todos los tiempos ha sido el que los Dodgers de Los Angeles le dio al cubano Héctor Olivera, quien firmó por 62 millones con el conjunto y NUNCA ha jugado un partido de Grandes Ligas con los californianos.

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