Estudio en Europa revela es positivo impacto inmigrantes

Estudio en Europa revela es positivo impacto inmigrantes

Un estudio del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) con 30 años de datos de los principales países europeos, muestra que los inmigrantes en general y los solicitantes de asilo en particular tienen un efecto positivo en variables como el producto interior bruto (PIB), los impuestos y hasta el empleo del país que los recibe.
Este nuevo trabajo confirma la idea dominante entre los economistas de que la inmigración tiene efectos positivos y que son otras razones alejadas de la racionalidad económica las que alimentan el rechazo.

Investigadores del CNRS analizaron el impacto de la llegada masiva de inmigrantes en la evolución de una serie de variables económicas desde 1985 y hasta 2015, el año de la gran crisis de los refugiados.
El estudio revisa por separado el efecto de los inmigrantes y el de los refugiados que solicitan asilo.
Los 15 países estudiados recibieron el 89% de las peticiones de asilo en 2015, según datos de Eurostat.

El trabajo, publicado en la revista científica Science Advances, muestra que tanto los inmigrantes como los refugiados, ya desde el año de su llegada o solicitud de asilo, favorecen la actividad económica, aunque los primeros años las alzas no sean estadísticamente significativas.
En el caso de los inmigrantes, cuando su tasa (medida por 1.000 habitantes) sube en un punto, el PIB per cápita mejora en los cuatro años siguientes, llegando a una subida del 0,32% en el segundo año tras la llegada.
Los efectos también son positivos en el ingreso de impuestos y, aunque más modestos, en la reducción del paro.

«Recibir a los refugiados tiene un coste [en dinero público], pero este dinero se redistribuye por toda la economía, lo que eleva la base de recaudación», argumenta el profesor de la Escuela de Economía de París y coautor del estudio, Hippolyte d’Albis.
El efecto es más marcado en el caso de los inmigrantes, pero también se repite con los refugiados: «Un impacto en el flujo de solicitantes de asilo que represente 1 en la tasa de solicitantes reduce el desempleo en un 0,08% ya el mismo año del impacto», añade el investigador galo.
El impacto va aumentando en los siguientes cuatro años y baja después hasta llegar a un valor neutro 10 años más tarde.
«El impacto económico de los solicitantes de asilo es menor que el de los migrantes permanentes. Esto se debe a que, en general, los que piden asilo no pueden trabajar durante el tiempo en que la administración revisa su solicitud», añade el también director de investigación del CNRS.
Aunque otros economistas cuestionan el modelo matemático usado y el enfoque macroeconómico del estudio, sí coinciden con sus resultados. El profesor de economía de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), Luigi Minale, ha investigado la oleada de refugiados de 2015. Aunque sostiene que aún es pronto para valorar su impacto, solo aquel año solicitaron asilo más 1,5 millones de personas, a los que había que añadir los muchos miles de inmigrantes puramente económicos.
No hay indicios de que la economía europea se haya resentido en estos años de tal aluvión.

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