Es fundamental dar continuidad a las políticas de inversión en la infancia y la niñez para así garantizar el desarrollo integral y sostenido de la población adolescente y joven, en especial, en lo que respecta a deportes, salud, acceso a la educación de calidad y productividad laboral.
De igual manera, aumentar la inversión en juventud e impulsar estrategias de intervención articuladas para potenciar el desarrollo de la población adolescente y joven, que permitan prevenir actitudes y prácticas de riesgo, como el embarazo y las uniones tempranas o la violencia, a partir de la implementación de planes, programas y proyectos sobre habilidades para la vida, salud sexual y salud reproductiva, educación integral en sexualidad, formación técnica y universitaria, y primer empleo, entre otros temas de interés.
Estas y otras recomendaciones están contenidas en el informe “Gasto público social en adolescencia y juventud (GPSAJ) 2012-2016”, impulsado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en coordinación con otras instituciones estatales.
Plantean, además, la importancia de mejorar la articulación entre la planificación y la asignación efectiva de los presupuestos de las instituciones que cada año forman parte del Presupuesto General del Esta- do, a fin de que tales tareas sean consistentes.
De igual manera, crear espacios para capacitar, fortalecer y empoderar a la población adolescente y jo- ven que vive con algún tipo de discapacidad, mediante la implementación de políticas que contribuyan a mejorar su calidad de vida y faciliten su inserción o reinserción en la sociedad.
Educación sexual. El informe recomienda también implementar las normas de educación sexual integral en todos los centros educativos, así como incorporar la educación para la ciudadanía y otros temas transversales del currículo.
A pesar de que se evidencia un aumento trascendente del gasto en educación como consecuencia de la asignación de un 4% del PIB a esta categoría del gasto a partir de 2013, esta inversión enfrenta grandes retos en cuanto a la calidad del gasto, de acuerdo con los resultados de estudios recientes en los que se señalan desafíos importantes, como la necesidad de mejorar los procesos de aprendizaje, y de crear nuevos planes para disminuir la repitencia, la sobreedad y el abandono escolar, sobre todo, en el nivel secundario, indica.
Segmentar. Asimismo, propone diseñar herramientas que permitan desagregar los datos relativos a los programas y proyectos por grupos etario y sexo, a modo de obtener información que responda a las necesidades y los intereses de la población adolescente y joven, a fin de fiscalizar y dar seguimiento a los recursos invertidos en este segmento poblacional.