El estudio de los componentes genéticos de los dominicanos ha sido de interés para investigadores que desde los años 40 intentan determinar la herencia del ADN de los nativos en esta parte de la Isla La Hispaniola.
El Laboratorio Patria Rivas aportó en investigaciones recientes el novedoso elemento de la existencia de una etnia dominicana, por la mezcla del afroamericano, del caucásico y de los ínfimos remanentes indígenas.
Esos resultados se obtuvieron en el estudio que con investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela, España, realizó Vilma Díaz, hija de Patria Rivas, sobre la frecuencia genética del ADN en la población dominicana.
“La Investigación Biológica de Filiación en la República Dominicana” es caracterización de la etnia mezclada que tiene información afroamericana y caucásica. La etnia dominicana demanda un territorio, tiene una idiosincrasia, una población que se mezcla”, expresa Díaz.
A diferencia de otras investigaciones, la de Laboratorio Patria Rivas no se detiene en investigar los porcentajes de las razas.
Díaz agrega que la constitución genética de una población, de una etnia mezclada como sería la dominicana, puede evidenciar sus raíces étnicas de generación en generación.
Sostiene que la etnia se expresa acerca de sí con identidad evolutiva por la naturaleza de sus componentes.
Para los años 40 el visionario investigador José de Jesús Álvarez Perelló hizo estudios de los sistemas de grupos sanguíneos que luego fueron ampliados por su alumna Patria Rivas.
“En mi condición de alumna del doctor José de Jesús Álvarez Perelló y continuando con su trayectoria de investigación de la etnia dominicana, ampliamos en 1982 los estudios de los sistemas de grupos sanguíneos establecidos por el citado médico en 1951 y 1963, este último con nuestra participación, comprobando que las frecuencias de estos son iguales, porque la herencia se transmite de generación en generación”, expresa Rivas.
En 1982 la prominente investigadora realizó junto a un grupo de profesionales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) el estudio en que participaron el doctor César Mella, Blanca García y Eugenia Federo y los resultados fueron los mismos que los que aportaron los estudios realizados por el doctor Álvarez.
Las distintas investigaciones sobre la herencia genética del dominicano se han realizado en épocas diferentes y utilizando metodologías y enfoques variados. Todas han sido importantes por los aportes hechos hacia la definición de una etnia dominicana.
El laboratorio Patria Rivas, que cumple este mes 50 años de su fundación y que introdujo las pruebas ADN en el país, no se enfoca en los componentes raciales del dominicano.
Sin embargo, el mes pasado fue presentado al país un estudio que confirma la complicada ascendencia genética del dominicano, revelando que la población dominicana posee en su ADN un 39% de ancestros europeos, un 49% africano y un 4% precolombino o taíno.
Esos resultados fueron en base a una muestra de 1,000 pruebas de ADN, en un estudio realizado por la Academia Dominicana de la Historia, el National Geographic Society y la Universidad de Pensilvania, con la colaboración de la Universidad Iberoamericana (Unibe). Aunque no fueron presentados mayores detalles, Bernardo Vega, coordinador del proyecto, indicó que esa investigación ayudará a determinar los lugares de origen de los grupos precolombinos que llegaron a la isla La Española.
Fueron tomadas muestras de saliva de la mucosa oral de 1,000 dominicanos en 25 puntos del país tanto rurales como urbanos y en cada uno 40 voluntarios aceptaron que les hicieran las pruebas de ADN.
“Entre 1492 y 1530 las taínas tuvieron relaciones con europeos y africanos y desde entonces tan solo han transcurrido 17 generaciones, lo que explica la presencia de ADN precolombino”, dijo Vega.
Indicó que el único estudio de este tipo realizado en el país fue el de José de Jesús Álvarez Perelló, tomando muestras de sangre a 520 militares en el año 1950.
Conclusiones Álvarez Perelló. El investigador Álvarez Perelló fue quien introdujo al país la Prueba de Paternidad a través de los Grupos sanguíneos. Más tarde realizó estudios de la raza en el país desde el punto de vista genético.
Concluye que el componente de sangre india en general para la población dominicana contactada es de aproximadamente 17%, sangre negra 43% y de blanca 40%. Estableció el porcentaje de los grupos étnicos del país publicado en el anuario estadístico de 1940, semejante al del censo de 1935: mulatos 77%, negros 12% y blancos 11%.
Señala que la alta frecuencia del grupo O del tipo M y del tipo RH1 y RH2 en la población dominicana sugiere la presencia de un componente indio mezclado a las razas blanca y de color en la formación de nuestro pueblo. Este componente no se encuentra distribuido uniformemente en el territorio nacional: en los centros urbanos y en las llanuras que fueron muy accesibles al conquistador español se encontraron muy pocas influencias de la raza aborigen. En cambio en las regiones montañosas y en los sitios que han permanecido más aislados la influencia de la raza primitiva se manifiesta en una forma evidente.
Álvarez Perelló señala que hubo un proceso de extinción tanto del blanco puro como del negro puro.
Los estudios del científico, fallecido en noviembre de 1977, han sido referencias para las demás investigaciones sobre la herencia genética del dominicano.