Estudio revela jóvenes usan estimulante sexual

Estudio revela jóvenes usan estimulante sexual

POR LEONORA RAMÍREZ S.
El 47% de jóvenes de 17 a 25 años que asisten a centros nocturnos del Distrito Nacional utiliza potenciadores sexuales para maximizar su rendimiento, lo cual podría representarles un riesgo futuro porque aún se desconocen los efectos secundarios de esas sustancias, según explicó el doctor Fernando Santamaría, uno de los asesores de la investigación hecha por estudiantes de medicina del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).

El estudio lo realizaron los estudiantes de quinto trimestre Edgar Pérez Durán, Hjadia Sánchez Santana y Rosa Then Alvarez, que aplicaron las encuestas a 100 jóvenes entre febrero y abril del 2006, que asistieron a centros nocturnos ubicados en las avenidas Abraham Lincoln, Winston Churchill y Francisco Alberto Caamaño (o avenida del Puerto).

 «Esos resultados son un llamado de alerta, porque lo que estaba corriendo a voces es una realidad, y los mayores índices de venta de estos medicamentos, aquí y en otros países, está en la población joven».

Santamaría manifestó que el peligro de ese tipo de estimulantes es que, a simple vista no tienen efectos secundarios, salvo que produzcan dolores de cabeza y gases estomacales, pero no se sabe que va a a pasar a posteriori con la salud de los jóvenes que los utilizan.

«Algunos medicamentos salen al mercado con la bendición de tener pocos efectos secundarios, pero cuando pasa el tiempo, a los 20 ó 15 años, aparecen los daños en el organismo, y nosotros no sabemos cuál va a ser el que producirán los estimulantes sexuales en los jóvenes que ahora los usan.

«Como eso no se ha investigado porque la droga es muy nueva, estos muchachos corren el riesgo de que su vida y su desempeño sexual futuro se dañe, por utilizar esas sustancias de manera indebida».

POR QUÉ LAS UTILIZAN

Santamaría explicó que los datos colaterales de la encuestan expresan que los jóvenes consumen estimulantes sexuales por experimentar, por divertirse, por sentirse seguros o por alcanzar una mejor erección.

En ese sentido, planteó que probablemente entre ese segmento poblacional hay una presión por su desempeño sexual, y aunque eso ha existido siempre, ahora la preocupación es mayor.

«Todo eso se debe a que nuestro país tiene una muy débil educación sexual, nuestros jóvenes tienen muy poca orientación científica, de base, tienen mucha información por los medios de comunicación, pero no es la educación sexual que debería formarlos, tiene que ser una educación sexual que los conduzca a los valores, para que puedan tomar decisiones sabias al momento de iniciar su vida sexual».

Otro de los elementos   que podrían inducir a los jóvenes a comprar esas sustancias es el hecho de que los dominicanos son muy erotizados, lo cual es común en regiones tropicales, según el experto. «Estamos intentando de ayudar para que hayan programas de orientación sexual dirigidos a jóvenes, para que esos tomen decisiones juiciosas al momento de decidir su vida futura».

En la investigación se recomienda controlar la venta desmedida de esas  sustancias, porque se venden hasta en colmados, y que se disminuya la publicidad sobre la misma.

OTRAS INVESTIGACIONES

El estudio se presentó durante la jornada BIO-INTEC, mediante la cual los alumnos del centro académico realizan investigaciones para las áreas de las ciencias de la salud, las ciencias básicas y humanidades.

Entre esas se citan el manejo, incidencia y evolución en el cáncer de mama en pacientes tratadas en el hospital Salvador Gautier; incidencia de infecciones de hepatitis C en pacientes en hemodiálisis en el hospital Salvador Gautier; y factores de riesgo de los pacientes sometidos a revascularización coronaria en el Centro de Diagnóstico de Medicina Avanzada (CEDIMAT).

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