WASHINGTON, EFE .- La obesidad, considerada una epidemia en EE.UU., es una enfermedad contagiosa y se propaga a través de los vínculos familiares y sociales, reveló ayer un estudio divulgado por la revista New England Journal of Medicine.

   Cuando una persona sube de peso, aumenta de manera considerable la posibilidad de que sus amigos, hermanos y cónyuges también engorden, según los científicos.    Además, cuanto más estrecho sea el contacto social entre dos personas, mayores son las posibilidades de que «contraigan» la tendencia a engordar.

   Dicho de otra forma, los científicos señalan que si usted tiene un amigo obeso, las posibilidades de que usted suba enormemente de peso aumentan en un 57 %. Entre los amigos de dos obesos, el efecto es todavía mayor y las posibilidades de aumentar de peso suben en un 171. Entre los hermanos esas posibilidades suben en un 40 %, y entre cónyuges un 37 %, señalan los científicos de la Escuela de Medicina de Harvard y de la Universidad de California.    «Lo que vemos es que la obesidad de una persona puede influir en otras a las cuales esté vinculado, tanto directa como indirectamente», manifestó Nicholas Christakis, profesor del Departamento de Salud Pública de la Escuela de Medicina de Harvard.