La Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) presentó hoy los resultados de la Encuesta de Coyuntura Industrial realizada por la entidad, la primera en su tipo hecha en el país desde el sector privado.

Los resultados de la encuesta consignan que en el primer trimestre del 2012 el Índice de Confianza Industrial (ICI) creció un 49.4 por ciento, mostrando mejoría con relación al trimestre anterior.

Dentro de los objetivos  de la encuesta están el monitorear el nivel de actividad y las expectativas de las empresas del sector industrial en relación a variables como la producción, las ventas, el empleo y las inversiones.

Además, trata de conocer la percepción que tienen los empresarios de la situación económica en sentido general. Así  como obtener  información sobre los obstáculos que impiden el crecimiento de sus negocios.

En cuanto a las restricciones que afectan la producción, los empresarios dijeron que los aspectos más destacables son el bajo nivel de actividad económica y el incremento en el costo y suministro de energía eléctrica, el costo de los combustibles y materias primas, así como el bajo poder adquisitivo del consumidor, junto a  la carga tributaria.

En cuanto a las exportaciones el 33 por ciento de las empresas objeto de la encuesta manifestaron que no exportaron, mientras que el 38.9 por ciento tuvo un bajo nivel de exportación.

Con relación al empleo, las expectativas de crecimiento fueron de un uno punto cuatro por ciento en el segundo trimestre del 2012.

Según la encuesta, para el resto de 2012, si la economía continúa esta tendencia y no se aplican políticas industriales activas será difícil para la industria igualar o superar los resultados de 2010 y 2011, años en los que se alcanzó crecimientos promedio de ocho punto cinco por ciento y cinco punto ocho por ciento, respectivamente.

Esta es la tercera Encuesta de Coyuntura Industrial hecha por la AIRD y confirma, según sus resultados, el comportamiento exhibido por la economía dominicana durante el primer trimestre de 2012 de un crecimiento de apenas un 3.8%.

Además de que la actividad económica está entrando en una fase de desaceleración, creciendo por debajo de su potencial durante los últimos cinco trimestres.