El uso de drogas en personas de estrato social medio y los que viven en pobreza extrema incrementa el riesgo de adquirir la infección del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), principalmente por sus patrones de consumo y comportamiento sexual, según se establece en el estudio Vulnerabilidad e invisibilidad de las personas usuarias de drogas ante el VIH y el Sida.
La investigación, presentada ayer por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH y SIDA (ONUSIDA) y el Instituto Dominicano y Cirugía de Piel Doctor Huberto Bogaert Díaz (IDCP), explica que la inserción al uso de narcóticos viene relacionada a redes de amistades, vínculos familiares y a través del trabajo sexual por presión de los clientes.
La antropóloga social Tahira Vargas, encargada del estudio cualitativo, sostiene que la carestía de las drogas lleva a los consumidores a mezclar diferentes tipos, así como a consumos en grupo. Precisa que ante el consumo grupal se potencia el riesgo de contagio de VIH.