Un estudio revela la falta de reglamentación migratoria que sustente la libre entrada de un flujo estimado de 15 a 20 mil haitianos que cruzan la frontera para acudir a los mercados binacionales que se llevan a cabo semanalmente en las provincias fronterizas.
Dice que prevalece la informalidad y discrecionalidad, lo que posibilita un amplio campo para las prácticas de extorsión y de los llamados cobros de peaje por parte de militares destacados en los puestos de las carreteras, lo que es criticado por los pobladores de la parte dominicana.
La circulación transfronteriza de las personas para los mercados binacionales transcurre de modo desordenada, bajo condiciones poco adecuadas y sujeta a prácticas onerosas, afirma el estudio titulado Inmigrantes Haitianos y Mercado Laboral, una iniciativa impulsada por la Red de Observadotorio Laboral de Centroamérica y República Dominicana, a través del ministerio de Trabajo.
Agrega que para la regulación de estas corrientes circulares no existe una formal y explicita reglamentación migratoria; la gestión de la misma se sustenta básicamente en los procedimientos generales de la libre entrada temporal para los mercado, la circulación de las personas en un área delimitada y un extenso sistema de informalidad y discrecionalidad, lo que abre un amplio campo para las prácticas de extorsión y de los cobros de peajes.
Explica que la circulación de migrantes no se restringe exclusivamente a las provincias de la frontera ya que los patrones de circulación de los nacionales haitianos hacia los mercados no solo se repiten, sino que son compartidos también por los migrantes que se desplazan a trabajar a otras provincias del país.
El análisis fue realizado sobre los trabajadores de la construcción y de la producción de guineo en la República Dominicana.