MONT DE MARSAN, Francia, (AFP) – La policía francesa seguía buscando ayer por la noche a los tres presuntos etarras que por la mañana mataron a un guardia civil español e hirieron gravemente a otro tras un «encuentro fortuito» en una cafetería de Capbreton, en el suroeste de Francia.
Los guardias civiles españoles se encontraban en territorio francés «en el marco de una misión habitual de cooperación» contra ETA, explicó en conferencia de prensa la ministra de Interior francesa, Michele Alliot-Marie.
«Parece que hubo un encuentro fortuito en esa cafetería» entre los dos agentes y los «tres presuntos miembros de ETA, dos hombres y una mujer» agregó Alliot-Marie en el ayuntamiento de Capbreton, acompañada por su homólogo español, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Los primeros indicios de la investigación apuntan que los guardias civiles Raúl Centeno, que resultó muerto, y Fernando Trapero, gravemente herido, se sentaron casualmente en una mesa cerca de los presuntos miembros de la organización armada vasca.
Los dos guardias civiles, que no iban armados, salieron y se montaron en un vehículo con placas del ministerio del Interior francés, según fuentes.