ETA reivindica atentado; mantiene cese fuego

<p>ETA reivindica atentado; mantiene cese fuego</p>

MADRID (AFP).- ETA afirmó  ayer en un comunicado que “continúa vigente” su alto el fuego permanente decretado el 22 de marzo pese al atentado del aeropuerto de Madrid en el que murieron dos ecuatorianos, que la organización armada vasca reivindicó en el mismo.

“ETA afirma que el alto el fuego permanente iniciado el 24 de marzo de 2006 (dos días después de su anuncio) continúa vigente”, dijo ETA en un comunicado que publicó el martes el diario independentista vasco Gara, habitual canal de reivindicaciones de la organización separatista vasca, en su edición digital. En el comunicado, redactado íntegramente en vasco, ETA “reivindica la autoría del atentado de Barajas” del pasado 30 de diciembre, el primero mortal de la organización armada desde mayo de 2003, en el que fallecieron los ecuatorianos Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate.

“El objetivo de esa acción armada no era causar víctimas”, aseguró la organización en su comunicado en el que, al tiempo que se solidariza con los “daños colaterales”, denuncia que no se desalojara el estacionamiento del aeropuerto madrileño pese a que el atentado se anunció con una hora de antelación.

La organización armada responsabilizó al gobierno central de José Luis Rodríguez Zapatero y al Partido Nacionalista Vasco (PNV, en el poder en el País Vasco) de la situación de bloqueo del proceso de paz al poner “obstáculos sin cesar al proceso democrático”.

   ETA asegura que la oportunidad para desarrollar el proceso democrático “llegará a través de un acuerdo político que recoja los derechos y mínimos democráticos que se le deben a Euskal Herria (el gran País Vasco con las provincias vascas de España y Francia y la región de Navarra)”, es decir, la autodeterminación.

   ETA muestra su “voluntad clara de reforzar e impulsar el proceso” de paz, aunque recuerda que “mientras se siga manteniendo la situación de ataque contra Euskal Herria” con detenciones de miembros de la organización armada y el acoso a su brazo político —la ilegalizada coalición Batasuna—, “ETA tiene toda la determinación de responder”.

   El comunicado de ETA ha suscitado el rechazo de los partidos políticos españoles, empezando por el gobierno, cuyo ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que “a ETA sólo le queda un camino: poner fin a la violencia”.

   “No se me alcanza en este momento que se pudiera retomar el diálogo” con ETA en estas condiciones, añadió Rubalcaba, para quien “ETA ha roto el proceso de paz, ha roto su tregua; con violencia no hay diálogo”.

   “ETA sepultó bajo los escombros de Barajas el alto el fuego permanente y el proceso de paz con un terrible atentado y dos asesinatos, y ningún comunicado puede ocultar a los muertos”, dijo el portavoz del Partido Socialista vasco, Rodolfo Ares.

   “El atentado de la T-4 (la nueva terminal del aeropuerto madrileño) es más explícito sobre las intenciones de ETA que cualquier comunicado”, agregó Ares.

   El portavoz del Partido Popular (PP, derecha) en el Congreso de los Diputados, Eduardo Zaplana, consideró el comunicado una “burla intolerable y macabra”.

   Para su colega del Partido Nacionalista Vasco (PNV, en el poder en el País Vasco), Josu Erkoreka, “una promesa vaga de querer acabar con la violencia no serviría, haría falta una entrega de las armas, un cese definitivo de la violencia” para retomar el proceso de paz.

   El comunicado llegó el mismo día en que fueron detenidos en el suroeste de Francia dos presuntos miembros de ETA, uno de los cuales estaría relacionado con el reciente descubrimiento de depósitos de explosivos en el País Vasco.

   Uno de los detenidos en la localidad francesa de Ascain es un miembro “legal” (no fichado por la policía) y que el otro es un “liberado” (a sueldo de ETA), contra los que la justicia española va a solicitar una orden de detención europea.

   Según el ministerio del Interior, el primer detenido es Asier Larrinaga, quien se encontraba huido desde el 23 de diciembre, tras el descubrimiento de un escondite en una zona boscosa cerca de Amorebieta en el que ETA había ocultado 50 kilos de sustancias químicas para fabricar explosivos.

   Su compañero, según diversos medios españoles, sería Garikoitz Etxeberria Goikoetxea, quien se encuentra huido desde finales de 2005.

   La policía vasca registró por la tarde su domicilio en el País Vasco, al tiempo que buscaba a otras dos personas, supuestamente relacionadas con el depósito de Amorebieta.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas