Madrid, (AFP).- La organización independentista armada vasca ETA, que mató el martes por primera vez a un agente francés, cuenta con militantes cada vez más endurecidos por estar más perseguida en Francia, pero también en España y Portugal, sin que esto responda a un cambio de estrategia.

«El policía asesinado no ha sido un objetivo» de ETA: «es un encuentro fortuito» entre agentes y miembros de la organización, explicó a la AFP José Luis Orella, director del departamento de Historia del Pensamiento de la Universidad CEU San Pablo y autor de varios libros sobre ETA.

Se refería al tiroteo del martes en una localidad cercana a París entre presuntos miembros de la organización y policías franceses en que murió uno de ellos.

Los agentes controlaron un coche robado y otro grupo de presuntos «etarras» se acercó en un vehículo e inició un tiroteo que acabó con la vida de un policía. Hay un detenido y los demás huyeron.

Pero «para llegar a esa determinación», la de disparar contra policías franceses, «se comprueba que ETA en este momento está mucho más endurecida» y la «capacidad de matar y realizar actividades violentas» de sus militantes «ha subido enteros. Los responsables de la banda están dispuestos a una peligrosa escalada», apuntó.

«Aparentemente eso no significa que mañana va a atentar con coche bomba en Francia, salvo que cambien la decisión», explicó por su parte Florencio Domínguez, redactor jefe de la agencia de noticias Vasco Press, que señaló que es la primera vez que ETA mata a un policía francés y en Francia y coincide en que los etarras «fueron a buscar a los policías».

ETA, considerada organización terrorista por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, es responsable de 829 muertos desde su creación, hace 40 años, para pedir la independencia del País Vasco.

En el pasado se ha enfrentado ocho veces en tiroteos a la policía en Francia –retaguardia desde hace décadas de ETA pero cada vez lugar más inseguro por la persecución a que le someten las fuerzas de seguridad francesas– pero nunca había matado a un policía francés.

ETA sí ha matado en Francia a agentes españoles: el 1 de diciembre de 2007 asesinó a dos guardias civiles de la lucha antiterrorista en Capbreton (suroeste).

Y la organización no mataba desde el 30 de julio, cuando acabó con dos guardias civiles en Palma de Mallorca (islas Baleares, España).

El del martes «es un acto de supervivencia y también de respuesta: ellos sólo actuaban en España y Francia era una retaguardia segura. Ahora eso ha variado», según Orella.

«Francia dejó de ser un santuario de ETA hace tiempo, lleva años seriamente comprometida con España en la persecución del terrorismo de ETA», recuerda por su parte Carlos Fernández de Casadevante, catedrático de derecho de la Universidad Rey Juan Carlos, que recordó que la organización «se ha beneficiado durante mucho tiempo de cierta impunidad» en Francia.

Desde el final de la última tregua de ETA (marzo 2006-junio 2007), durante la cual el gobierno socialista español intentó negociar el fin de las armas, la organización es golpeada por la policía en Francia y España, con más de cien durante 2009 y más de 30 este año, y continuas incautaciones de explosivos.

ETA por su parte reanudó los atentados y desde el final de esa tregua ha matado a nueve personas.

En estos dos años se suceden las detenciones de sus dirigentes, el último, Ibon Gogeascoechea, de 54 años, detenido a finales de febrero en Francia. Y en esta época también se plantearon atentar en Francia, con «miembros de ETA muy decididos», pero «al final la propuesta quedó parada», según Domínguez.

También en este tiempo, la organización ha recurrido a personas «no fichadas» por la policía, «y así organizaron desde 2006 una serie de comandos que les han permitido dar los últimos golpes», según Orella.

La persecución policial también ha llevado a la organización a recurrir a «la vuelta de militantes que se encontraban en esos paraísos sudamericanos y que pudieran aportar su experiencia y especialmente la instrucción de los nuevos militantes», añade.