ETA y España

<p>ETA y España</p>

VÍCTOR GULÍAS
Dice el pueblo que “no hay felicidad completa”, y esa realidad parece aposentarse en la Madre Patria, España, con la maldición del terrorismo de la banda armada, destructiva e inhumana ETA y su sueño loco de la independencia para el llamado país Vasco.

Justo cuando la economía alcanza sus mejores indicadores, cuando el nivel de vida aumenta y el bienestar social se palpa por doquier, el grupo armado terrorista y cruel, la ETA, abandona su hipócrita cese al fuego y atenta nueva vez, ahora contra el aeropuerto Madrid-Barajas.

No les importa a esos asesinos desalmados el unánime repudio del progresista, culto y pacífico pueblo español, tampoco les importa la pérdida de vidas humanas, útiles a la patria. Lo que les importa es llevar destrucción, luto y dolor a la sociedad, en su inútil empeño de “independizar” su región de la soberanía del Estado.

Ahora que España ha progresado, se ha desarrollado, es democrática y goza su población de un alto nivel de vida, con una envidiable seguridad social, la banda ETA insiste en realizar atentados que merecen la repulsa de toda España y del resto de la humanidad civilizada.

Con razón muchos vimos con ojeriza el autoproclamado cese al fuego decretado por la organización terrorista, hace meses, en lo que se entiende fue una maniobra para ganar tiempo, reorganizarse y reabastecerse y tomar un respiro en la guerra del Estado Español que ha acorralado a los terroristas.

España está bien, pero la sombra del terror inquieta al pueblo, hace temer al turismo -renglón vital de la economía- y mantiene incertidumbre sobre ese país, de gente respetuosa, alegre, trabajadora que exige vivir en paz, en libertad y democracia como la que disfrutan.

ETA y España son como el agua y el aceite. En varios años de actividad asesina y terrorista, los irresponsables del grupo han provocado la muerte a casi novecientas personas, entre ellos guardias civiles, concejales, políticos, niños y ancianos inocentes y gente trabajadora.

El mundo se une al clamor del pueblo español que reclama y demanda el fin definitivo del terror de ETA. Nos unimos a dicha exigencia y exhortamos al Gobierno de la nación a actuar de forma implacable, sin tregua, sin desmayos hasta extirpar de raíz ese cáncer que afecta el cuerpo social de España, el grupo armado terrorista ETA.

Que la sangre inocente derramada sirva para cultivar una España más libre cada día, más feliz, más unida y que cada hijo de esa tierra aporte cuanto esfuerzo pueda para borrar del mapa a ETA. Paz y progreso para toda España, felicidad y unidad para todos.

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