Etanislao Martínez Almonte, profesor católico del año

Etanislao Martínez Almonte, profesor católico del año

ANTONIO LLUBERES, SJ.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (se conoce con la sigla en inglés OECD), – foro único que reúne gobiernos de 30 países democráticos para trabajar conjuntamente ante los retos económicos, sociales y medioambientales que plantea la globalización –  acaba de presentar un informe sobre la educación en la República Dominicana donde considera una cosa que todos sabemos, pero que es bueno que los organismos internacionales vuelvan a reiterarlo.

Sobre el maestro dice que  “existe un consenso general de que la calidad de los docentes es la variable educativa con mayor incidencia en el éxito de los estudiantes.” Pero, lamentablemente, en nuestro país la imagen de la carrera docente se ha visto afectada por el trato que le han dado  los funcionarios públicos, por lo que se concluye que “no goza del aura de humanidad, habilidad y satisfacción que, en algunos países atrae a adultos inteligentes, talentosos y dedicados”.

El nuevo Plan Decenal de Educación, 2008-2012, obviamente, vuelve a insistir  en la función del docente. En su sexta política, busca “priorizar la formación de los recursos humanos” – “especialmente directores de centros y maestros”. Para tal fin, se propone mejorar la formación universitaria y continua, sustituir  los profesores de dos tandas a jornada completa,  reducir el número de estudiantes por sección, preseleccionar a los docentes mediante concurso público, acreditar las escuelas de educación, fortalecer las escuelas superiores de ciencias, sociales, humanidades e ingeniería, certificar los técnicos y directores e introducir una clasificación del personal y escala salarial para conservar a los buenos maestros en el aula.

Recursos todos buenos y validos que hacemos nuestros. Habría, sin embargo, que conversar sobre valores que moverían a la persona a dedicar toda su vida a la educación. Por encima de la autoestima e interés, cosa que no se descarta, los valores elencados  al inicio del Plan, aportan una serie de recursos que sustentarían la vocación docente y su conservación en el aula.  Valores comunitarios, éticos y cristianos han sido, permanentemente,  fuente de consagración al servicio de los demás. Es por eso que la Conferencia del Episcopado Dominicano ha establecido  el premio al educador católico del año para reconocer a “educadores católicos…  cuya labor haya servido para mejorar, ya sea la calidad educativa de los educandos como el mismo Sistema Educativo Dominicano”.

Este año se ha hecho la cuarta selección recayendo en  el profesor Etanislao Martínez Almonte, natural de Las Cuevas, San Francisco de Macorís. El profesor Martínez Almonte tiene 69 años de edad, casado con Juana Paulino, tres hijas y dos nietos. De sus hijas, una es graduada de dermatología, la otra es licenciada en empresas turísticas y la tercera estudia mercadeo.

Maestro normal primario de la escuela Emilio Prud’ Homme. Graduado de licenciado en educación superior, mención ciencias sociales y  Maestría en educación superior por la UASD. Y postgrado en administración de centros educativos en la PUCMM. Ha dedicado 35 años a la educación. Siempre en la educación básica, en las comunidades de Cuevitas, Naranjo Dulce Abajo y Arriba, la Represa, Jaya, el Cercado, y las escuelas Padre Brea y Gregorio Luperón de San Francisco de Macorís. Desde 1992  es director de la escuela básica Gregorio Luperón.

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