Una mujer clásica es sinónimo de elegancia y sencillez, de gustos estéticos tradicionales y, por consiguiente, esmerada en su forma de vestir.
Ella elige perfectamente lo que quiere tener en su armario y sabe qué prenda usar en cualquier momento sin que se altere su estilo y además, que le permita no pasar desapercibida en el lugar donde vaya.
Por ese motivo la mujer clásica elegirá el vestuario, los elementos complementarios y el maquillaje perfecto para exhibir una silueta impecable, refinada.
Un bolso, un juego de botas, un elegante calzado stilleto, un cinturón, un set de chaqueta, falda y pantalón de Chanel, una flor, un bolso y un sobre de mano, además del vestido para las grandes fiestas y coctel, son piezas imprescindibles para ella, que permanecerán en el closet. Claro, todos estos elementos, siempre de cotizadas marcas.