Hoy se celebra el Día Nacional de la Ética Ciudadana, logrado a instancias del Consorcio de Educación Cívica, motorizado por prominentes ciudadanos, entre otros por la historiadora Mu-Kien Sang. Relacionada la fecha con el ascenso al poder de Ulises Francisco Espaillat, un Presidente emblema de ética.

Voy a hacer referencia a otro símbolo de la ética en el país, pero con la alegría para los que lo queremos, pues se encuentra entre los vivos, es mi padre, el Dr. José A. Silié Gatón, quien ha consagrado su vida a la difusión de la ética, con numerosos libros publicados sobre temas éticos y morales. La fecha es para reconocer esos aspectos de la conducta humana en lo relativo a la moral y el carácter de los seres humanos. La palabra ética deriva del griego êtikós y de êthos carácter, manera de ser.

Una de las últimas obras publicadas por mi padre, Ética en Política, de la que voy a tomar varios párrafos para que reflexionemos sobre la actividad política en la que nos encontramos inmersos, con sus veleidades: camaleonismos, agresiones y toda clase de artimañas en procura de obtener eso que llamamos el poder. Espero que el amable lector se cree sus propios juicios.

Con la gentil benevolencia de ustedes me permito citar algunos aspectos éticos de la obra de mi progenitor: Cúmpleme decir, que bajo la influencia de la pasión política, se puede llegar hasta el error, razón por la cual hay que acogerse a los frenos de la moral social, para no caer en desaciertos lamentables, lo que obliga a una especie de examen de conciencia que haga reflexionar a la persona en torno a la importancia de la aplicación de los principios éticos, ya que al entrar en el esplendente escenario de la política partidista, principalmente en los países de economía no planificada, donde la política determina en gran medida su destino, su futuro reposa en la mayoría de los casos, en el comportamiento de los políticos.

La buena marcha de la democracia requiere de políticos alineados vigorosamente en el propósito del bien, como una exigencia perentoria en el proceso de desarrollo de las naciones necesitadas de sus mejores hijos que le ayuden a medir las dimensiones y complejidades de sus realidades, en plan de progreso. Misión que reposa principalmente en políticos bien formados éticamente.

La ética en política es también la aceptación de reglas formales, acerca del comportamiento en los períodos electorales, de manera acentuada, ocasión en que parece perderse fácilmente la ecuanimidad, vendados los ojos por la pasión, predominando un espíritu revanchista, culminando muchas veces en el irrespeto y hasta la agresión física, marginando lo que son las leyes de convivencia moral. Quiere decir que en períodos electorales es una necesidad vital, para toda persona que tercie en esa actividad, asumir un rol de respeto y tolerancia que responda a las exigencias éticas del ser, como un supremo orden de valores, puesto que tan pronto se entra en lo que es el accionar electoral, se está haciendo doctrina con lo que es la preservación de la democracia. Espero que estos juicios puedan ayudar en estos caldeados momentos de efervescencia política. Mi padre, como ustedes aprecian, es un visionario, quijote soñador de la moral y la conducta ética social.