Zona Areíito. Ética en política, el “Padre de la Ética”, Dr. Silié Gatón

Zona Areíito. Ética en política, el “Padre de la Ética”, Dr. Silié Gatón

“Ética en política”, es el título de uno de los tratados de ética de la autoría de mi padre. Haremos referencia a un artículo de análisis, “El retorno de la ética”, publicado en la sección Areíto de este periódico de la autoría de Fabio Abreu ( 22-3-14), a quien no conozco, menos podría yo endosarlo o pretender hacer una reflexión de valores sobre lo correcto o incorrecto de sus juicios. El interesante tema me agradó, pues por pura casualidad estaba dedicando a un buen amigo político esa temprana mañana sabatina el libro “Ética en política” de la autoría del Dr. José Silié Gatón, a quien varias instituciones han bautizado honrosamente como el “Padre de la Ética Dominicana” en nuestro país. Con unos 12 libros publicados sobre los temas de la ética y la moral, creo que lo hacen más que merecedor de esa alta distinción. No sé si en otras latitudes haya muchos escritores con esa abultada producción intelectual sobre un tema de tanta importancia social como lo es la ética, sobre todo hoy que la humanidad se debate en una crisis de los valores éticos y morales.

No tengo yo ni la capacidad, ni mucho menos la intención de enjuiciar ese ensayo sociológico, pues se me ha ocurrido ser médico, pero no les niego a mis amables lectores que me hubiera sentido feliz si yo estuviese revestido de la erudición necesaria deseada y con un gran dominio de la sintaxis para dejarme entender en tales propósitos.

Nuestro interés al hacer referencia de este trabajo, no es ningún otro que aprovechando algunos de sus juicios poder agregar comentarios de lo que sería la óptica de mi padre sobre la ética política, expresados en su libro de ética mencionado, siendo extraídas las citas de esta obra moralizante; asumiendo yo de cuál sería su opinión respecto a algunos de los juicios aludidos por el señor Abreu. Es en verdad un homenaje al autor de mis días, en razón de que su salud hoy no le permite “dilectar” sobre este tema de la ética, que ha sido la pasión de su vida. Las rayas (– –) son para el señor Abreu y las comillas (“”) para mi padre. Señala el señor Abreu citando a Max Weber : –… que existen dos formas de hacer política–, en ese sentido opinaría don José: “¿Acaso, cuando se conquista el poder, se puede actuar divorciado de la moral política? Sería un sacrilegio si esto acontece, puesto que se presume que quien manda, es porque lleva en el alma una personalidad carismática, poseedora de tensas riendas morales, y con un sentimiento dispuesto a proyectarse en tal sentido, con inteligencia y fe en el futuro.”

“La naturaleza consciente de un político militante, debe ser normada por la moral, ya que cuando ésta se haya ausente, los partidos se hacen vulnerables a la sin razón y la arbitrariedad, porque al grupo le falta consistencia y sustancia auténtica para servir de guía con certidumbre a una nación esperanzada en la riqueza de los valores políticos”.

Puntualiza Abreu: –Esto es una deuda en el liderazgo político, que ha sido tímido en realizar los cambios estructurales que requiere la sociedad dominicana–. Al respecto plantearía don José: “Cuando los actores políticos hacen caso omiso a la necesidad de renovación y guía ética sin interés nacional y virtud social, para por desidia permitir que la perversión haga presa de la conciencia de muchos que dejan atrás las directrices ideológicas, cabalgan sobre el potro de la ignominia, el engaño, la traición y el desamor, esto le resta importancia al prestigio de la política en su esencia filosófica, que es cuando se hace imperativo el sentido de liberación ética”.

“En tal ocasión precisamente, se impone el deber de formular con visión profética la empeñosa tarea de enfatizar en el adecentamiento de los partidos, con una real organización moral, en búsqueda del sentido fundamental de la filosofía política, dentro de un pragmatismo de la vida real, para renegar de la triste realidad de ver las normas más elementales de la ética, vapuleadas por la ofensiva del engaño, la vulgaridad, el egoísmo y la mentira.”

Señala Abreu: –Si el liderazgo es ético, va en ventaja pues ya tiene un escudo poderoso y un contexto dominicano que pide a gritos su renacer-. Opinaría en este caso el Dr. Silié Gatón: “Es que un buen futuro político ha de estar sustentando en la construcción de un sistema ético fuerte, que contribuya a la formación de seres humanos con calidad, dentro del contexto social, que a su vez estimule su autoconfianza, seguridad en su poder, su potencial y sus cualidades individuales dignas de aceptación”’.

“Siendo los partidos fundamentalmente organizatorios, tienen la responsabilidad de darle real democratización a su contenido de grupo, permitiendo que el interés político de los ciudadanos entre en juego, liberados éticamente, cosa que a su vez les permita llegar al poder en igualdad de condiciones con toda la militancia, sin las limitaciones que normalmente se les impone a los de abajo”.

“Por sobre todo la liberación ética de los partidos, se inicia con la voluntad política de la dirigencia, al conceptuar la idea de que un partido es tanto más rico en moralidad, cuanto más morales sean sus dirigentes, por lo que se les exige la práctica del honor, la gran energía de carácter, supremo poder persuasivo, comportamiento veraz, sencillez de carácter, honradez, inteligencia, espíritu emprendedor, personalidad bien definida, trabajador, responsable, decente, amante de la libertad, de fácil expresión, espíritu de sacrificio y una aureola de gran dignidad.”

Finaliza Abreu: –En suma, necesitamos convertir, no sólo en moda el retorno de la ética al liderazgo político, sino también en los nuevos liderazgos que surjan–, en ese sentido consideraría don José: “Cúmpleme decir, que bajo la influencia de la pasión política, se puede llegar hasta el error, razón por la cual hay que acogerse a los frenos de la moral social, para no caer en desaciertos lamentables, lo que obliga a una especie de examen de conciencia que haga reflexionar a la persona en torno a la importancia de la aplicación de los principios éticos, que al entrar al esplendente escenario de la política partidista, principalmente en los países de economías no bien planificadas, donde la política determina en gran medida su destino, su futuro reposa en la mayoría de los casos en el comportamiento de los políticos”.

“Tales razones, entre otras, son las que han motivado a escribir esta obra de vivos relieves morales, en vista de que la buena marcha de la democracia requiere de políticos alineados vigorosamente en propósitos de bien, como una exigencia perentoria en el proceso de desarrollo de las naciones necesitadas de sus mejores hijos que le ayuden a medir la dimensiones y complejidades de sus realidades, en plan de progreso. Misión que reposa principalmente en políticos bien formados éticamente.” Como ven se desprende de lo anterior, no creo que haya muchas diferencias entre el Quijote y mi padre.

 

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