Que se estudie el volumen del tránsito

Que se estudie el volumen del tránsito

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Existen otras clases de instrumentos para medir el volumen de tránsito, basados en el principio de la célula fotoelectrónica o por medio de detectores magnéticos o hidráulicos. Luego el volumen de tránsito es el número de unidades cualquiera que sea el tipo de vehículo, peatones, etc. que pasa por un punto previamente escogido en un tiempo especificado. La determinación de este volumen no es tan sencillo, como aparenta ser, puesto que en la obtención de volúmenes es necesario tomar en consideración todos los vehículos que pasan o circulan por una calle, en un solo sentido o en ambos y los que van uno o más carriles

Un estudio a fondo de los problemas del tránsito es complejo y precisa el concurso decidido de la comunidad, las soluciones a que podría arribarse necesitan un estudio cuidadoso de mucho tiempo a fin de no perjudicar o por lo menos afectar en un mínimo de tiempo las actividades normales de la población y su desarrollo económico.

Una ciudad para existir como tal precisa de un sistema de circulación fluido y adecuado, para lo cual debe tener normas que se respeten por todos los ciudadanos. La reglamentación y el control del tránsito solo puede obtenerse contando con la buena voluntad y la complacencia de los conductores y los peatones. Los reglamentos, no hay que perder de vista, son tan solo un elemento subjetivo, esto es, de persuasión y su carácter imperativo abarcan solamente a las personas que los violan, pero siempre es necesario contar con la buena voluntad de los que por naturaleza de su trabajo pueden infringir las leyes y reglamentos del tránsito, por lo cual éstos tienen que ser muy exigentes en su cumplimiento, de modo tal que sus fines primordiales produzcan los efectos deseados. Por tanto, las convicciones que tenga el público de que las sanciones serán aplicadas severamente y a todo el mundo por igual, independientemente de rango o condiciones económicas de los ciudadanos, el problema quedará reducido a obediencia de la ley por el respeto que inspire, de modo que sea obedecido por conductores, funcionarios del Gobierno y militares por igual.

 

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