La noticia más importante de esta semana, según mi humilde parecer, fue la del anuncio del cumplimiento de la norma del etiquetado de lácteos y otros alimentos importados.
La Asociación Dominicana de Productores de Leche y la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios saludaron el anuncio del Gobierno de aplicar de forma estricta la Norma Dominicana sobre etiquetado de alimentos previamente envasados, conocida como Nordom 53, la que consideran ha sido una demanda histórica del sector productivo nacional.
Estas entidades consideran que la medida anunciada por el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, tendrá un impacto directo sobre la producción nacional, al transparentar las materias primas y componentes de los productos.
Peralta dijo que el etiquetado correcto tiene un gran beneficio sobre los consumidores, porque podrán elegir los productos que prefieran consumir y no ser engañados.
En tanto, el productor Eric Rivero, presidente de Aproleche y Confenagro, explicó que espera que esta medida se aplique a todos los productos pre-envasados de origen nacional y los importados, “lo cual es una demanda de más de 20 años del sector productivo nacional y que habíamos asumido como un gran reto”.
Dijo que debemos reconocer el gesto que tuvo el presidente Danilo Medina, quien prometió hace más de tres años que el etiquetado de productos iba a ser una realidad.

Competencia
La competencia desleal afecta a las dos industrias del país que compran leche nacional y producen leche evaporada, pero compiten con otras 15 marcas, varias importadas, que de acuerdo a las normas no son leche evaporadas, aunque se venden como si lo fueran, según el presidente del Patronato Nacional de Ganaderos, Marcelino Vargas.
Además los planes sociales del Gobierno deben hacerse con productos nacionales, como ocurre en otros países.
Un ejemplo de eso es la compra de leche a los ganaderos y a las plantas para el desayuno escolar, “gesto que se lo debemos agradecer al presidente Danilo Medina, quien dio instrucciones para que esto fuera una realidad”.
Sin embargo, no ocurre lo mismo con los hospitales, comedores económicos, planes sociales de la Presidencia y otros, que se desarrollan con dinero de los contribuyentes del país.