LIMA. AFP. La protesta de unas 65 etnias indígenas amazónicas en Perú, que han tomado instalaciones petroleras e hidroeléctricas y cortado una carretera vital, tiende a agravarse ante la falta de acuerdo entre el gobierno y los manifestantes, con la amenaza del desabastecimiento energético como telón de fondo.
Las posiciones en pugna elevaron el clima de tensión a lo largo de la selva peruana, donde entre 10,000 y 12,000 indígenas amazónicos de distintas etnias, tanto al norte como al sur del país, se mantienen en huelga desde el 9 de agosto.
Las ocupaciones de instalaciones petroleras e hidroeléctricas llevaron el lunes al gobierno a declarar el estado de emergencia, con despliegue de militares y policías en tres provincias del noreste y un distrito en la selva sur. Los nativos «no tienen miedo al estado de emergencia».