EU a la defensiva ante torturas de reos iraquíes

EU a la defensiva ante torturas de reos iraquíes

WASHINGTON (AFP).- El gobierno del presidente George W. Bush intenta apagar el incendio desatado en la opinión pública internacional y el mundo árabe tras la difusión de imágenes de soldados iraquíes torturados por soldados estadounidenses.

La prensa divulgó la semana pasada fotos que muestran torturas físicas y psicológicas a detenidos iraquíes en la cárcel de Abu Gharib, cerca de Bagdad.

Frente a las crecientes críticas, el presidente George W. Bush eligió el tono de la firmeza para condenar esos hechos y asegurar que serán castigados.

La Casa Blanca confirmó así este martes que el Pentágono había iniciado una profunda investigación en «todo el sistema penitenciario para asegurarse de que no haya un problema sistemático».

El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, destacó que Bush, de viaje en Ohio (norte), «realmente quiere que el Pentágono examine bien todo esto y tome medidas contra aquellos que son responsables de esos actos atroces».

El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, que hasta ahora ha adoptado un perfil bajo, responderá este martes a las preguntas de los periodistas en una conferencia de prensa en el Pentágono, dijeron fuentes del departamento de Defensa.

La comisión de Fuerzas Armadas del Senado también se reunirá el martes para discutir a puertas cerradas estos casos.

«De una u otra manera, debemos decirle a la comunidad internacional: Estados Unidos no es esto», declaró en el Congreso el jefe de la minoría demócrata en el Senado, Tom Daschle.

Daschle dijo que es imperativo que Estados Unidos adhiera a las «normas internacionales de respeto a los derechos humanos de cada individuo».

Según fuentes militares, se han abierto causas contra seis militares implicados en estos episodios. Otros cuatro están siendo investigados. Seis oficiales recibieron, por su parte, una amonestación escrita que, de hecho, pone fin a sus respectivas carreras. Un general fue censurado.

Un alto funcionario anunció el lunes que el Pentágono había enviado a Irak al general Geoffrey Miller, ex responsable del centro de detención de la base estadounidense de Guantánamo (Cuba), para que investigue las acusaciones de malos tratos que horrorizan al mundo desde hace una semana.

Para algunos especialistas del mundo árabe, sin embargo, esas declaraciones de la administración Bush no bastan para frenar la ira que se desató en esa parte del mundo.

Las expresiones de indignación se multiplican estos últimos días en el mundo árabe y musulmán, particularmente en Líbano, Egipto, Sudán, Emiratos Arabes, Siria y Libia.

«Por supuesto que es insuficiente lo que hace la administración», admitió a la AFP el profesor Charles Butterworth, de la Universidad de Maryland.

«Hay que gritar más alto y más fuerte que esas prácticas no forman parte de nuestra cultura. Esto podría eventualmente calmar al mundo árabe», espera este académico que estima que las sanciones contra los responsables deben ser «lo más severas posibles».

Para el politólogo Stephen Walt, de la Universidad de Harvard, «Estados Unidos tiene ya un enorme problema de percepción en el mundo árabe. Eso sólo fortalecerá la creencia de que Estados Unidos es anti-árabe y anti-musulmán, sea o no verdad».

Los estadounidenses no son los únicos en medio de esta tempestad. El ministro británico de Defensa también abrió una investigación tras la publicación de fotos, aún no autentificadas, que muestran a un prisionero iraquí encapuchado con un soldado británico que lo amenaza con su fusil de asalto y lo orina sobre el cuerpo.

[b]Matan 4 soldados[/b]

NAYAF, Irak (AP).- Los guerrilleros chiíes dispararon el martes varias granadas de mortero contra una base estadounidense y contra el ayuntamiento custodiado por soldados búlgaros en otra ciudad chií. Cuatro soldados estadounidenses murieron al volcar su vehículo durante un patrullaje en el norte de Bagdad, dijo el ejército norteamericano.

Los bombardeos esporádicos sufridos durante la noche en la base norteamericana de Nayaf siguieron a los intensos ataques del lunes por parte de guerrilleros leales al clérigo integrista Muqtada al-Sadr, que castigaron el recinto con sus morteros y armas automáticas. En ninguno de ambos ataques hubo bajas mortales estadounidenses.

Laes autoridades estadounidenses estimaron que unos 20 iraquíes podrían haber muerto por el fuego estadounidense. Las autoridades iraquíes dijeron que murieron cinco iraquíes y 16 resultaron heridos.

En Karbala, a 80 kilómetros al norte de Nayaf, el ayuntamiento y la comisaría de policía, vigilados por soldados búlgaros, fueron atacados con morteros antes del amanecer del martes, dijo la vocera del Ministerio búlgaro de Defensa, Rumyana Strugareva.

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