WASHINGTON. AFP. Estados Unidos acoge a partir de este martes una reunión de tres días contra «la violencia extremista» en la que participarán representantes de 60 países, tras los recientes atentados en Europa y Medio Oriente. Anunciada en enero, poco después de los atentados de París, este encuentro reunirá el martes y miércoles a expertos estadounidenses, antes de centrarse el jueves en temas internacionales. «Necesitamos respuestas que vayan más allá del nivel militar, más allá de la fuerza», dijo Joe Biden, vicepresidente estadounidense, a un grupo de religiosos y dirigentes comunitarios de varios países, entre otros presentes.
«Todos nosotros, incluyendo Estados Unidos tenemos que trabajar en esto desde la base», agregó Biden, enfatizando la necesidad de «incluir a nuestras comunidades y a quienes sean susceptibles de radicalizarse».
La Casa Blanca ha sido criticada por no enfocarse en la reunión de tres días sobre el combate al extremismo islámico o por no ampliar los esfuerzos militares para arrinconar a los yihadistas de grupos como el Estado Islámico (EI).
Biden destacó la importancia de fomentar la integración e inclusión de las comunidades de inmigrantes para evitar la radicalización, especialmente de sus jóvenes. “Somos una nación de inmigrantes y nuestra fuerza es que somos un crisol de culturas”, subrayó Biden desde la Casa Blanca en la primera jornada de la cumbre. A juicio de Biden, EE.UU. no tiene “todas las respuestas” para atajar el extremismo violento, pero sí más experiencia que Europa, reciente blanco de los grupos radicales.