EU activa alerta ante ataques terroristas

EU activa alerta ante ataques terroristas

WASHINGTON (ANSA).- El gobierno de Estados Unidos activó ayer el alerta ante posibles atentados en el exterior, en particular en Kenya y Arabia Saudita, marcando un nuevo pico de tensión en la «guerra contra el terrorismo» que según informes revelados también hoy está enfrentando serios obstáculos.

Un reporte de las Naciones Unidas señaló claramente una caída en la tensión mundial en la «guerra» contra los grupos terroristas como al Qaeda, considerado responsable de los atentados de setiembre del 2001 contra el Pentágono y las torres gemelas de Nueva York, que costaron la vida a unas 3.000 personas.

El informe reveló que sólo 83 de los 191 países que forman parte de la organización presentaron los documentos obligatorios sobre el estado de sus iniciativas antiterrorismo.

Otro reporte, pero de un centro de estudios privado norteamericano, indicó serios problemas en el interior del gobierno del presidente George W. Bush, donde el FBI, la CIA y las demás agencias de seguridad siguen sin colaborar entre ellas, dejando huecos de inteligencia listos para ser explotados por los grupos terroristas, como ocurrió en 2001.

En el frente externo, la embajada de Estados Unidos en Riad advirtió a los 30.000 estadounidenses que residen en Arabia Saudita que al Qaeda está buscando volver a golpear después de los atentados de mayo y noviembre último en la capital, que causaron en total 52 muertos.

En particular, según la sede diplomática, los atacantes tendrían puesta la mira en un complejo residencial que alberga a numerosos ciudadanos estadounidenses, el Seder Village.

La versión fue confirmada por la cancillería británica, que se unió a los estadounidenses en el alerta sobre Arabia Saudita.

En Kenya, un país donde los extremistas del grupo liderado por Osama bin Laden golpearon duramente en 1998 con un ataque suicida contra la embajada estadounidense, que causó 219 muertos, el gobierno de Washington activó el alerta ante la amenaza de atentados «en los próximos días».

Esos informes «no fueron corroborados», reconoció el Departamento de Estado norteamericano, que sin embargo reveló al público que se recibieron «alertas anónimas detallando amenazas terroristas» contra objetivos occidentales en el centro de Nairobi, en particular los hoteles Hilton y Sidney.

Mientras se suceden los alertas, los esfuerzos del gobierno de Bush por encolumnar a todo el mundo detrás de Washington contra al Qaeda parecen estar sufriendo contratiempos.

En la ONU, una comisión designada para verificar la implementación de una resolución de 1999 contra el grupo de Bin Laden y los talibán presentó un informe anual preocupante.

El mecanismo de las sanciones y del bloqueo de activos está fracasando, advirtieron los expertos, quienes se declararon favorables a requerir una nueva resolución del Consejo de Seguridad para aumentar las obligaciones antiterroristas de los miembros del foro mundial.

Se trata de «un resultado claramente decepcionante», sintetizó el embajador chileno ante la ONU, Heraldo Muñoz.

La ONU afirmó en su reporte que lo único que por ahora impide que al Qaeda lance ataques químicos o biológicos es la «falta de experiencia» de sus miembros en el manejo de armas de ese tipo.

Para los expertos de las Naciones Unidas, una matanza de dimensiones catastróficas a manos de los grupos terroristas podría ser solamente cuestión de tiempo.

Frente a los problemas que está enfrentando en todo el mundo para llevar adelante sus esfuerzos contra el terror de matriz islámica, la Casa Blanca está sumando obstáculos también en su propio territorio.

Un grupo de expertos reunidos por la Markle Foundation publicó un informe que puso en evidencia que la tan publicitada cooperación entre las varias agencias antiterrorismo dio apenas algunos «pasos marginales» hacia delante en el último año.

A pesar de la creación de centros de coordinación de las informaciones de inteligencia y el nacimiento del «súper» ministerio para la Seguridad Interior, entre el FBI y la CIA se siguen generando cortocircuitos y los agentes se basan sobre las relaciones de amistad personal antes que en los mecanismos oficiales para enterarse de lo que están haciendo sus colegas.

En 2001, según las investigaciones del Congreso, al Qaeda aprovechó precisamente esos huecos creados por las envidias entre las agencias de seguridad para atacar sin problemas en el corazón de Washington y de Nueva York.

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