VIENA (EFE).- En medio de las negociaciones diplomáticas sobre una resolución de la Junta de Gobernadores del OIEA sobre el programa nuclear iraní, Estados Unidos ha acusado a Irán de estar construyendo bombas atómicas en una instalación hasta ahora no inspeccionada por la ONU.

   Según el Instituto de Ciencia y Seguridad Internacional (ISIS) en Washington, se trata del complejo militar de Parchin, 30 kilómetros al sur de Teherán.

   «Basado en la revisión de fotos por satélite, este lugar sería un candidato lógico para una instalación relacionada con la construcción de armas nucleares», dice un informe del ISIS, hecho público en Internet.

   En todo caso, prosigue el ISIS en su evaluación, «la evidencia de que en esta instalación se estén llevado a cabo trabajos con armas nucleares no es clara».

   No obstante, fuentes diplomáticas estadounidenses aseguraron hoy en Viena que el régimen iraní podría estar construyendo bombas atómicas en esa instalación.

   El jefe de la delegación iraní en la reunión de la Junta, Hossein Mousavian, rechazó estas acusaciones como «mentiras» y recordó que los inspectores del OIEA nunca pidieron tener acceso a Parchin.

   El portavoz del OIEA, Mark Gwozdecky, negó que el director general del organismo, Mohamed El Baradei, haya cometido un grave error al no incluir Parchin en su último informe técnico sobre Irán, tal como lo aseguraron hoy en Viena diplomáticos estadounidenses.

   «Estas acusaciones no tienen fundamento. El informe habla por sí mismo. Cualquier información que lo pone en duda no merece más comentario. La Junta ha elogiado de forma consistente la calidad y la competencia técnica de nuestro informe», dijo el portavoz.

   Preguntado concretamente sobre Parchin, Gwozdecky se limitó a asegurar que el OIEA está «discutiendo con los iraníes sobre instalaciones y equipos de doble uso (militar y civil)».

   Mientras, EEUU y la «troika» europea compuesta por Alemania, Francia y Gran Bretaña siguen en desacuerdo sobre la resolución, cuyo texto es rechazado por el grupo de países no alineados, que incluso advierten de una confrontación si no se cambia el borrador.

   «Si se mira el texto (europeo), hay muchos aspectos que podrían llevarnos a algún tipo de confrontación», dijo esta tarde el portavoz no alineado, el embajador malayo Gulam Haniff.

   «Los párrafos 7 y 8 son el problema. Si queremos lograr un consenso deberemos trabajar juntos para ver cómo podemos resolver los asuntos críticos en esos dos párrafos», añadió.

   En estos párrafos, los europeos piden que El Baradei elabore hasta la próxima reunión de la Junta en noviembre un informe completo sobre las inspecciones en Irán desde septiembre del año 2002.

   En base a este informe, la Junta deberá determinar si toma medidas adicionales «en el marco de las obligaciones contraídas por Irán en el tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP)».

   Otra propuesta de EEUU impone un plazo hasta el 31 de octubre para que Teherán ofrezca datos definitivos sobre sus actividades atómicas.

   La «troika» considera esta fórmula contraproducente, ya que en el caso de que Irán no responda de forma adecuada, el mecanismo de la propuesta estadounidense prevé una denuncia ante el Consejo de Seguridad de la ONU, lo que socavaría el intento de solucionar la disputa mediante el diálogo.