WASHINGTON, AFP.- El presidente estadounidense George W. Bush anunció este jueves un plan de ayuda a propietarios endeudados que prevé el congelamiento de la tasa de los préstamos inmobiliarios «subprime» durante cinco años, que podría amparar a cerca de 1,2 millón de familias.

 Los deudores que reúnan las condiciones podrán «congelar sus tasas durante cinco años», afirmó Bush, subrayando que «hasta 1,2 millón de propietarios podría requerir esta asistencia».

 El esperado plan de ayuda, concierne a los préstamos inmobiliarios «subprime», concedidos a familias pobres a tasa fija durante dos años y que en los próximos meses deberán enfrentar el primer ajuste de tasas, en general en fuerte alza, durante 28 años.

 Su puesta en práctica debería evitar los procedimientos de embargo que «tendrían consecuencias negativas para la economía», agregó Bush, subrayando que «los financistas e inversores enfrentarían pérdidas enormes, razón por la cual les interesa lograr acuerdos con los deudores y trabajar con ellos para evitar los embargos».

 Entre las soluciones propuestas, figuran además facilidades de refinanciación para los deudores en dificultad, agregó.

 El plan no atañe a todas las familias, sino únicamente a quienes «no sean capaces de pagar sus cuotas del préstamo subprime una vez que las tasas fueran ajustadas al alza, pero que podían al menos pagar la tasa inicial», agregó el presidente estadounidense.

 De esta manera, quedan excluidas las familias que pueden hacer frente al aumento de tasas así como aquéllos que no pueden pagar ni siquiera las bajas tasas iniciales, y quienes no viven en las casas adquiridas sino que tomaron un préstamo como inversión inmobiliaria.

Estos préstamos concedidos masivamente en 2005 y 2006, están llegando al plazo fatal de la primera alza de las tasas, que se puede traducir en una multiplicación de embargos de inmuebles, con el peligro de un efecto dominó sobre el consumo y el crecimiento. Más de dos millones de créditos tendrán sus tasas corregidas.

 Después de que las opciones de este plan se filtraron a la prensa el miércoles, la candidata demócrata a la presidencia, Hillary Clinton, deploró que la congelación quede restringida a «un grupo muy limitado de deudores».

 «Es una pena porque la crisis exige un abordaje más adecuado a la dimensión del problema», añadió, proponiendo que los propietarios puedan, por ejemplo, quedarse noventa días en los inmuebles embargados.

 Los analistas reaccionaron con prudencia a estos proyectos.

 «Ni la Casa Blanca ni (Hillary) Clinton definieron con precisión quién debería tener derecho a estos beneficios y existe el riesgo de que algunos dejen de pagar sus préstamos para beneficiarse de los criterios. Ningún plan resuelve el problema, pero la congelación de las tasas es sensata, porque la gente seguirá pagando mientras el problema se va resolviendo», estimó Andrew Busch, de BMO Capital Markets.

 El número de ejecuciones de inmuebles hipotecados alcanzó un nivel históricamente elevado en el tercer trimestre en Estados Unidos, mientras los casos de mora en los préstamos hipotecarios alcanzaron su punto más alto, informó la asociación de banqueros hipotecarios MBA.