BAGDAD. AFP. El mando estadounidense en Irak exhortó ayer al jefe radical chiita Moqtada Sadr a imponer su autoridad para detener los combates que se celebran en Bagdad y que han provocado la muerte de 21 personas en las últimas 24 horas. 

 «Esperamos que Moqtada Sadr use su influencia sobre sus fuerzas para detener la violencia y obrar en favor de la paz», declaró a la prensa el comandante adjunto de las fuerzas estadounidenses en Irak, el general Lloyd Austin.

 El militar atribuyó los recientes episodios de violencia a «grupos especiales», un término utilizado por el ejército estadounidense para designar a los combatientes chiitas sospechosos de estar entrenados, equipados y financiados por Irán.  «Los actos de violencia de los grupos especiales continúan teniendo como objetivo a los civiles. Deben ser castigados. Los habitantes de Sadr City tienen ya bastante», aseguró, en referencia al barrio de la capital feudo de los chiitas.

 Desde finales de marzo, las fuerzas regulares iraquíes y estadounidenses seenfrentan en este barrio popular.