EU busca a Brasil para impulsar una revolución energética

<p>EU busca a Brasil para impulsar una revolución energética</p>

Por JONATHAN WHEATLEY
reporta cómo la administración Bush podría promover los biocombustibles, en un esfuerzo por influir en América del Sur.

Cuando George W. Bush llegue hoy a Brasil traerá consigo una oferta para promover biocombustibles en países que dependen del petróleo, precisamente cuando Brasil está atrapado por la fiebre de la energía verde.

Durante los próximos seis años, Brasil espera que sean construídas 77 nuevas plantas de azúcar o alcohol (ambos son ingredientes de los biocombustibles), una tasa de más de una por mes. De acuerdo con UNICA, la asociación de la industria, ya las inversiones que están en marcha ascienden a US$14,6 millardos. Por todo su rico territorio agrícola, la soya y otros cultivos están siendo arrancados y reemplazados por caña de azúcar.

La mayor parte de la inversión es por compañías locales, pero los extranjeros también están llegando. Sempra Energy, de Estados Unidos, acordó con socios locales construir 12 refinerías de alcohol en el norte de Brasil, por US$4,2 millardos. Otros, ya comprometidos, incluyen Cargill, de EEUU, Louis Dreyfus, de Francia, el grupo Noble de Singapur y Infinity Bio-Energy, del Reino Unido.

Funcionarios de EEUU, que buscan una vía para llegar a la economía dominante de América del Sur y disminuir el impacto regional de la diplomacia petrolera de Venezuela, creen que la han encontrado en los biocombustibles.

Brasil tiene el potencial para ser el productor mundial líder. Establecer una asociación ahora le daría a EEUU la importancia en la región que ha ido perdiendo gradualmente desde que las conversaciones sobre un Área de Libre Comercio de las Américas, liderada por EEUU, se extinguieran hace unos años.

A pesar del extendido optimismo, las perspectivas de la industria del etanol de Brasil parecen inciertas. “Es euforia”, dice Roberto Giannetti da Fonseca, de Ethnaol Trading, que representa a más de 200 productores brasileños. “La gente parece estar invirtiendo sin estudiar realmente qué es lo que está pasando”.

EEUU y Brasil, en igual medida, producen entre ellos cerca de 72% del etanol mundial. Sin embargo, Brasil es mucho más eficiente que EEUU, donde el etanol se produce exclusivamente del maíz. La producción por hectárea es el doble la de EEUU y, por unidad de energía consumida, desde la plantación hasta el procesamiento, es más de cinco veces más eficiente.

Sin embargo, no está claro qué va a hacer Brasil con su esperado incremento en la producción. Su propio mercado es con mucho el que más emplea el “biofuel”: el etanol se añade a la gasolina en 23% del volumen y el etanol puro es asequible universalmente como una alternativa. Un 80% de todos los vehículos nuevos en Brasil pueden moverse con gasolina o etanol, o cualquier mezcla de ambos.

Si otros países siguieran los pasos de Brasil, el futuro de sus exportadores estaría asegurado. Pero la negativa de los gobiernos de Europa y EEUU a exponer sus mucho menos eficientes productores a la competencia de Brasil, significa que no se puede esperar un auge de la exportación.

El año pasado, Brasil exportó más de 430 millones de galones de etanol a EEUU -un salto  seis veces la cifra de 2005-, a pesar de una tarifa de importación de 54 centavos por galón y subsidios a los productores estadounidenses de 51 centavos por galón. Pero el aumento del año pasado se debió a una escasez en EEUU que los productores locales llenarán este año. Las exportaciones brasileñas deberán caer.

EEUU ha dejado claro que la discusión de las tarifas de importación no está en el orden del día del presidente Bush, y la Unión Europea no es menos intransigente, pero Washington podrá ofrecer cooperación en la investigación sobre los combustibles basados en etanol y celulosa producidos a partir de una mayor diversidad de materiales.

Ese desarrollo dista todavía entre 10 y 15 años de ser una realidad comercial, pero ofrecerá combustibles mucho más amigables con el medio ambiente, y también le ofrecerá a Brasil enormes ventajas naturales.

Ambos presidentes analizarán también el establecimiento de normas internacionales para desarrollar el etanol como una materia prima, además de iniciativas conjuntas para desarrollar la industria en Perú, Colombia, América Central y el Caribe.

Pero como señala marcos Jank, de Icone, un centro de análisis de São Paulo, cualquier movimiento en las tarifas es un asunto del Congreso, y el resultado a corto plazo de la visita de Bush es probable que resulte limitado. “Pero pensamos que las tarifas tendrán que estar en la agenda y en un par de años podremos tratar de avanzar”, dice.

Jank y muchas otras personas en Brasil creen que la consolidación del mercado global es inevitable. En ese proceso, EEUU será el interés individual más significativo. En ese contexto, cada una de las partes tiene todas las razones del mundo para acercarse a la otra.
VERSION IVAN PEREZ CARRION

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