EU busca estrategia para abandonar Irak

EU busca estrategia para abandonar Irak

WASHINGTON (AP).- Las palabras del presidente George W. Bush sobre la guerra en Irak se han moderado desde su desafiante «SQue vengan!» dirigido a los que podrían atacar a las fuerzas estadounidenses y socavar la creación de un gobierno libre.

Consideremos sus declaraciones del 28 de junio, cuando expresó que el primer ministro y el presidente de Irak le habían manifestado que «su meta es eventualmente tener toda la responsabilidad de la seguridad de su país. Y Estados Unidos quiere que las fuerzas iraquíes asuman ese papel».

Esas palabras señalarían que Bush ha comenzado a entusiasmarse con el momento en que Estados Unidos oficialmente se retire de Irak.

Pocos esperan que el gobierno de Bush admita que se está preparando para abandonar Irak. El gobierno interino acaba de hacerse cargo del poder y está intentando estabilizarse.

Consciente de que los terroristas podrían convertir en un paraíso a un Irak debilitado y abandonado, Bush se esfuerza por todos los medios para evitar dar la impresión de que Estados Unidos se retira totalmente de ese país.

«Irak aún tiene numerosos desafíos que enfrentar. Lo admitimos», expresó Bush también el 28 de junio, mientras se encontraba en Turquía para una reunión cumbre de la OTAN.

Algunos analistas de política exterior consideran que algunas de las recientes acciones estadounidenses reflejan un cambio hacia una estrategia de salida de ese país.

Sostienen que Estados Unidos está demostrando más respeto hacia las Naciones Unidas y sus aliados de la OTAN que han aceptado entrenar a militares iraquíes.

La estrategia de salida del gobierno encaja con el «denominado proceso de vietnamización», dijo James McCormick, experto de ciencias políticas de la Universidad Estatal de Iowa.

Importantes decisiones sobre seguridad recaen ahora en los funcionarios locales o en los líderes entrantes, a quienes se les ofrece ayuda cuando lo necesiten.

«Esa fue la parte clásica de la estrategia de salida que intentó el gobierno de Nixon» en Vietnam, explicó McCormick.

«Estamos viendo algo de eso, pero el problema es que las fuerzas de seguridad iraquíes no están los suficientemente desarrolladas como para que tenga lugar esa entrega», comentó.

Recientemente, el enviado estadounidense Nicholas Burns dijo a la prensa en Bélgica que el gobierno espera que los instructores de la OTAN comiencen a entrenar a las fuerzas de seguridad iraquíes este verano, es decir en las próximas semanas.

Existen «todas las razonas para que ahora ayudemos» a los iraquíes, manifestó Burns.

El analista Norman Ornstein, del American Enterprise Institute, indicó que Bush permitió al enviado de la ONU Lajdar Brahimi determinar quién gobernaría Irak en el corto plazo y expresó su predisposición de abandonar Irak si la administración interina lo requería.

«Están cambiando claramente la política en Irak. Es totalmente diferente de lo que fue hace un año, o hace seis meses, y claramente se ha cambiado en respuesta al ambiente y a las circunstancias políticas», consideró.

Bush declaró la finalización de los principales combates en Irak el 1 de mayo del 2003. El 2 de junio de ese año prometió que Estados Unidos permanecería en Irak hasta completar la creación de un gobierno libre. A los que buscaban atacar a las fuerzas estadounidenses, les dijo: «Mi respuesta es que vengan».

Desde entonces, Bush ha tenido que resignarse ante unas pocas realidades, entre ellas una insurgencia que ha matado y herido a más soldados estadounidenses de lo que se esperaba, y a su incapacidad de conseguir el compromiso de otros países de enviar soldados para aliviar a la fuerza norteamericana.

Estados Unidos fijó la fecha del 30 de junio para transferir el poder y se anticipó dos días. Otras señales de una retirada, como la fecha de retirada de las fuerzas aún no son evidentes, dijo Christopher Preble, del Cato Institute.

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