EU busca mejorar relación con Pyongyang

EU busca mejorar relación con Pyongyang

Washington (EFE).- El Gobierno de EEUU está dispuesto a buscar vías para mejorar su relación e incluso negociar un tratado de paz en la península de Corea, con la condición de que Pyongyang vuelva a la mesa de negociaciones sobre su desarme nuclear. “Hemos sido muy claros. Corea del Norte vuelve a la mesa y nosotros procedemos a partir de ahí”, dijo ayer en declaraciones a la prensa a bordo del avión “Air Force One” el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow.

No pasará nada hasta que Pyongyang se reincorpore a las negociaciones nucleares a seis bandas (las dos Coreas, EEUU, Rusia, China y Japón), según Snow, quien precisó que “hablar de pasos nuevos es prematuro” porque (los norcoreanos) aún no han dado el primero.

Fuentes oficiales citadas ayer por el diario “The New York Times” dijeron que el Gobierno de EEUU estaría dispuesto a abrir la negociación de un tratado de paz permanente con Corea del Norte, al mismo tiempo que se discute sobre su programa nuclear.

Una de las principales demandas norcoreanas es la firma de un tratado de paz con EEUU que sustituya al armisticio que puso fin a la guerra de Corea en 1953.

Según el diario, altos cargos estadounidenses debaten desde hace meses sobre las posibles vías para dar un nuevo enfoque a la relación con Corea, influidos por la creciente preocupación en Washington por el programa nuclear iraní.

“Existe la sensación de que no pueden dejar que Corea (del Norte) sea un modelo de lo que quieren ser los iraníes… un estado nuclear que puede decir no a la presión externa”, dijo un diplomático asiático citado por el periódico.

La Casa Blanca asegura que esa información no cambia la postura que siempre mantuvo la administración estadounidense. “Cuando Corea vuelva y participe en las discusiones a seis bandas, nosotros podremos actuar”, dijo Snow.

En términos similares se expresó el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, al afirmar que Washington puede considerar el establecimiento de una relación diferente con Pyongyang, siempre y cuando demuestre que pondrá fin a su programa nuclear.

“Pero primero tienen que volver a las negociaciones y demostrar que han tomado una decisión estratégica”, precisó.

El portavoz indicó que la postura de EEUU consiste en que las autoridades norcoreanas deben hacer dos cosas fundamentales: volver a las negociaciones de una forma constructiva y demostrar que han tomado una decisión para dejar las armas y todos sus programas nucleares.

Si lo hacen, aseguró McCormack, “Corea del Norte podría hacer realidad una relación distinta con el resto del mundo”.

Sin embargo, la situación es más compleja de lo que podría parecer de entrada, ya que en el contencioso nuclear con Corea también juegan un papel importante las sanciones económicas impuestas por Washington a ese país.

De hecho, las autoridades norcoreanas se niegan a acudir de nuevo a las negociaciones sobre su incipiente arsenal atómico, si antes EEUU no retira las sanciones financieras impuestas a instituciones bancarias y empresariales cercanas al poder norcoreano y acusadas por Washington de lavado de dinero y falsificación de dólares.

El conflicto de las sanciones se remonta a septiembre pasado, cuando EEUU suspendió todas las transacciones con el banco Delta Asia de Macao y lo acusó de distribuir moneda estadounidense falsa fabricada en Corea del Norte, así como de lavar dinero conseguido ilegalmente.

Un mes después Washington imponía sanciones económicas a ocho empresas norcoreanas sospechosas de emplear ese dinero para obtener o comerciar con componentes de armas de destrucción masiva.

Pyongyang insiste en que sus empresas no hicieron nada malo y que EEUU pretende con sus sanciones simplemente tener ventaja en la mesa de las negociaciones nucleares para presionar a Corea del Norte.

China ha sido la anfitriona de las conversaciones a seis bandas desde que se pusieron en marcha en agosto del 2003, más de 10 meses después de que Corea del Norte reconociera que había reanudado su programa de producción de bombas nucleares.

La tensión en torno a este programa alcanzó su cota máxima el 10 de febrero del 2005, cuando el régimen comunista anunció que ya disponía de ese tipo de armamento de destrucción masiva. 

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