GINEBRA (EFE).- Estados Unidos decidió ayer dejar una puerta abierta al diálogo con China al no presentar resolución condenatoria alguna sobre la situación de los derechos humanos en ese país, pero se espera que mantenga la presión sobre otras naciones como Cuba.
Washington confirmó hoy, a través de su Misión ante la ONU en Ginebra, que este año no presentará la referida resolución sobre China, un país al que hace menos de un mes el Departamento de Estado denunciaba por cometer «serios abusos y violaciones de los derechos fundamentales».
En China «han ocurrido algunos avances positivos que Estados Unidos ha estado alentado por años», dijo a EFE un portavoz de la embajada estadounidense en Ginebra para explicar esa decisión, que se produce en la primera semana de debates de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
Ese foro, que prolongará sus reuniones hasta el 22 de abril, es el lugar en el que puntualmente y casi cada año Washington critica y promociona resoluciones condenatorias de naciones que como China, Cuba o Corea del Norte, consideradas poco respetuosas de los derechos y libertades fundamentales.
De manera casi simultánea las autoridades de Pekín anunciaron hoy la liberación de la prisionera política Rebiya Kadeer, de 58 años, de etnia uigur y a quien han permitido que viaje a EEUU para recibir tratamiento médico.
Además, Kadeer, una millonaria que fue sentenciada a 8 años de cárcel en 2000 bajo la acusación de haber puesto en peligro la seguridad nacional tras el envío de recortes de prensa local a su esposo en EEUU, ha sido liberada poco antes de la visita a Pekín de la secretaria de Estado, Condolezza Rice.
No obstante, las fuentes consultadas por EFE en Ginebra precisaron que Washington mantiene sus preocupaciones sobre la situación en China.
Por su parte, otras fuentes diplomáticas dijeron que la decisión de Washington sobre China era esperada entre muchos de los 53 países que integran la Comisión, al igual que no descartan que sí impulse un texto crítico contra La Habana.
Fuentes europeas adelantaron hace algunos días que EEUU podría decidir no presentar este año -como ya hizo en 2003- una resolución condenatoria de China debido al diálogo que ambos países han mantenido en los últimos meses.
Tras conocer esa decisión, la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) señaló que la situación de derechos humanos en China sigue siendo muy preocupante y que, en algunos casos, ha empeorado.
«Hemos recibido información reciente sobre abusos cometidos no sólo en el Tibet, sino en Mongolia Interior», dijo a EFE la portavoz de la ONG estadounidense, Loubna Freih.
En ese sentido, calificó de «aberrante» la posición adoptada por EEUU, pues el diálogo que ha tenido en los últimos meses con la potencia asiática «ha generado pocas mejoras en el terreno».
«*Qué va a hacer Estados Unidos este año en la Comisión?», se preguntó la activista, que consideró que tras este movimiento es previsible que sólo critique abiertamente a Cuba y Bielorrusia.
«Se trata de una decisión muy negativa para millones de personas» que viven en China, agregó Freih, que además sostuvo que en ese país hay «problemas del sistema judicial, de falta de libertad de expresión, de religión y otros más. Sabemos además que la preparación de los Juegos Olímpicos de 2008 está originando nuevos abusos».
Freih señaló que en China se están produciendo problemas relacionados «con grupos de trabajadores que desean organizarse para obtener más derechos y obtener mejores pagas, así como casos de desalojos forzados de propiedades que serán derribadas para construir las infraestructuras deportivas» olímpicas.
Por su parte, Amnistía Internacional (AI) insistió en que China es aún escenario «de graves violaciones de los derechos humanos».
Su representante en Ginebra, Peter Splinter, dijo que esperaba que la ausencia de una resolución sobre China permita a ese país «asumir este año un rol más constructivo en la Comisión».
Para Splinter esta nueva circunstancia debería hacer que Pekín cambie su tradicional postura de rechazo absoluto a las resoluciones sobre la situación de derechos humanos en países específicos y permita que se aborden graves situaciones en diferentes partes del mundo.