EU clasificará pasajeros avión

EU clasificará pasajeros avión

WASHINGTON (AFP).- La administración Bush busca clasificar con una escala de tres colores a todo aquel que desee abordar un avión en Estados Unidos, en función del supuesto riesgo que puedan representar para la seguridad aérea del país, una medida que preocupa a los defensores de los derechos individuales.

Según esta clasificación sin precedente que planea implementar Estados Unidos, el nivel de riesgo representado por cada viajero podría ser calificado con uno de tres colores: verde, amarillo o rojo, que le sería atribuido poco después de la reserva de su pasaje, en función de sus datos personales.

El programa denominado CAPPS-2, al que se oponen con fuerza las aerolíneas y los defensores de las libertades civiles, podría entrar en vigor en febrero, según The Washington Post.

«Es un sistema de verificación de identidad», explicó el lunes el portavoz de la Administración para la Seguridad de Transportes (TSA), Mark Hatfield, en una teleconferencia de prensa.

El funcionario intentó evadir inmediatamente toda crítica relacionada al respeto de la vida privada.

«No haremos progresar este proyecto si el protocolo que garantiza el respeto a la vida privada no se aplica», insistió, explicando que el sistema comenzará a ser probado en los dos próximos meses y hasta mediados de año en uno o varios aeropuertos estadounidenses.

Esta garantía no tranquilizó a los defensores de la libertades civiles.

«Una seguridad de pobre», ironizó Barry Steinhardt, de la organización American Civil Liberties Union. «Cada pasajero va a ser revisado con lupa» y «su identidad verificada a partir de datos de inteligencia», advirtió.

El programa, elaborado a petición del Congreso, se inscribe en el marco de las medidas de seguridad tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Si un viajero es calificado «verde» seguirá los controles habituales; si se le asigna la calificación «amarillo» será especialmente examinado; y si se le considera «rojo» se le impedirá embarcar.

«Al efectuar su reserva, le pedirán su nombre, dirección, número de teléfono, fecha de nacimiento» y el itinerario de viaje, explicó Mark Hatfield.

«Es allí que el sistema se pone en marcha», precisó.

«Si usted es ‘rojo’, no podrá volar y será confrontado a los representantes del orden», más específicamente al FBI, agregó.

«Si usted es ‘amarillo’ o ‘verde’, el proceso será renovado cada vez que compre un boleto y la información no será memorizada» en el sistema, destacó.

Pero si un pasajero aparece por error como un terrorista sospechoso, «no estará en condiciones de embarcar enseguida, deberá hablar con un representante del orden, y tendrá una oportunidad para establecer que hubo un error sobre la persona, si cree que es el caso», advirtió.

Sin embargo, el costo del boleto de avión no será reembolsado por las autoridades estadounidenses.

El portavoz mencionó el acuerdo alcanzado en diciembre con la Unión Europea, que busca obtener informaciones sobre los pasajeros que embarquen en los aeropuertos europeos con destino a Estados Unidos.

Este acuerdo, que todavía debe ser concluido por el Parlamento europeo, permitiría a las autoridades estadounidenses utilizar 34 elementos relacionados a cada pasajero europeo que llegue a Estados Unidos para mejorar los controles y garantizar que los eventuales pasajeros no estén relacionados con las organizaciones terroristas.

«Buscamos determinar en las próximas semanas la manera de obtener la misma información para los vuelos internos» en Estados Unidos, indicó el portavoz de la TSA.

«Estamos todavía en negociación con las compañías aéreas estadounidenses», dijo.

Este nuevo sistema se sumaría al puesto en marcha desde el 5 de enero, por el cual todos los extranjeros que llegan vía aérea a Estados Unidos y que requieren visa deben someterse a un fichaje en el cual se les fotografía y se toman sus huellas digitales.

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