WASHINGTON, Estados Unidos condenó ayer los actos de violencia ocurridos en los últimos días en Haití, llamando al gobierno de Jean-Bertrand Aristide a respetar los derechos humanos de toda la población y a los haitianos a respetar el Estado de Derecho.

«Estados Unidos condena enérgicamente la última ola de violencia en Haití. Deploramos profundamente la pérdida de vidas que ocurrió durante los ataques en Gonaives, St. Marc y otras ciudades», indicó a la prensa Richard Boucher, portavoz del departamento de Estado.

«Llamamos al gobierno de Haití a respetar los derechos, especialmente los derechos humanos, de todos los ciudadanos y residentes de Haití, y a todos los haitianos a respetar la ley», añadió.

Boucher instó al diálogo entre el gobierno y los rebeldes que piden la renuncia de Aristide y tomaron la semana pasada Gonaives, la cuarta ciudad del país con unos 200.000 habitantes.

«Los problemas de Haití no serán resueltos con violencia y represalias. Sólo a través del diálogo, la negociación y el acuerdo puede Haití encontrar una solución a sus problemas», estimó.

El portavoz señaló que los enfrentamientos tienen lugar entre «bandas de actores violentos, delincuentes de ambos lados que han estado involucrados en la violencia».

«Creemos que la acción del gobierno ha contribuido a veces a la violencia», agregó, tras indicar que el gobierno ha respondido a la oposición «con una combinación de policía y pandillas pro-Aristide».

Consultado sobre por qué el gobierno estadounidense no actuaba a alto nivel para tratar de hallar una solución a la crisis, Boucher afirmó que «cuando usamos el teléfono en Washington, lamentablemente eso no significa que las pandillas dejan de golpearse y de odiarse unas a otras».

[b]RECUPERAN CIUDADES[/b]

Fuerzas especiales del gobierno de Haití consiguieron hoy recuperar el control de la ciudad de Saint-Marc, al norte de Puerto Príncipe, y Gran Gonave, en una operación en la que un civil resultó muerto, según fuentes locales.

Las fuerzas del gobierno llegaron a Saint-Marc en helicóptero y contaron en su ofensiva con la ayuda de seguidores del presidente de Haití, Jean-Bertrand Aristide.

Las fuerzas gubernamentales lanzaron durante la mañana de hoy una ofensiva contra esta ciudad pero no lograron recuperarla.

Las fuentes agregaron que tras la ofensiva de esta tarde comenzó la retirada de las barricadas que impedían el acceso por carretera a la ciudad.

El dirigente del opositor Agrupamiento de Militantes Consecuentes de Saint-Marc (RAMICOS), Jean-Hugues Narcisse, afirmó hoy por la mañana a la prensa que mantenían el control de la ciudad.

Los disturbios en Saint-Marc dejaron en las últimas 48 horas dos muertos y varios comercios saqueados, según dijo Narcisse.

La cifra de víctimas mortales se elevaría a tres de confirmarse la muerte del civil.

[b]CARICOM ESPERA INFORME[/b]

La Comunidad Caribeña (CARICOM) espera recibir el informe de su delegación en Haití para adoptar una postura respecto de la situación en ese país, declaró ayer el subsecretario general de la organización regional, Colin Granderson.

Granderson y el secretario general de CARICOM, Edwin Carrington, tenía previsto celebrar noche una conferencia con el primer ministro de Jamaica y presidente de turno de la organización, Percival Patterson.

Patterson fue el anfitrión de un encuentro en Jamaica entre representantes de CARICOM y el presidente de Haití, Jean-Bertrand Aristide, el pasado 31 de enero.

CARICOM había organizado poco antes una reunión en Bahamas con representantes de la oposición haitiana, en un intento de buscar soluciones a la grave crisis política y económica de Haití.

Una delegación de CARICOM se encuentra actualmente en la capital haitiana, aunque sus intentos de mediar con la oposición fueron rechazados por ésta, que afirma que su objetivo es la salida de Aristide del poder y que no negociará ninguna otra solución.

[b]AMNISTÍA LAMENTA SITUACIÓN[/b]

Amnistía Internacional (AI) «deploró» ayer los incidentes violentos de los últimos días en Haití, donde, según estima, han muerto más de quince personas, entre ellas policías y residentes, y pidió medidas para proteger los derechos humanos en el país.

«Todos los afectados, estén en el Gobierno, en los partidos de oposición o en grupos armados, deben inmediatamente tomar medidas dentro de la Constitución de Haití y las leyes internacionales para acabar con estos ataques al estado de derecho», dijo AI.

La organización pidió a la policía de ese país que respete las normas internacionales de derechos humanos a la hora de contener las manifestaciones de protesta y consideró que los ataques deben ser investigados y «sus autores llevados ante la Justicia».

«Amnistía Internacional deplora las muertes de residentes y de transeúntes durante enfrentamientos armados entre la policía y bandas armadas en las ciudades de Gonaives y St. Marc», agregó.