WASHINGTON (AFP).- Estados Unidos se quejó el martes de la lentitud de los nuevos controles de identidad aplicados por Brasil a los estadounidenses que entran al país, le pidió que los cambie y dijo desconocer si éstos son resultado de una «reciprocidad» o «un castigo».[tend]

«Hemos dicho a los brasileños que pensamos que estas medidas plantean una inconveniencia tremenda a los viajeros y que sí, necesitan ser cambiadas», dijo a la prensa Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado.

«Dejaría que ellos describan por qué lo están haciendo, si es un castigo o reciprocidad o qué», añadió Boucher.

El gobierno estadounidense cree además que la lentitud de la toma de fotografías y huellas digitales de estadounidenses en aeropuertos brasileños -ordenada por un juez brasileño días antes de que la misma medida comenzara a regir para todos los extranjeros con visa que entran a Estados Unidos- está afectando los viajes entre ambos países.

«Lo que hemos visto es un programa que fue aplicado rápidamente, que no fue bien preparado, y que ha resultado en atrasos significativos, que no están en el interés de Estados Unidos, de los viajeros estadounidenses o, francamente, de Brasil en términos de atraer negocios y turistas», dijo Boucher.

Según Boucher, el sistema brasileño está siendo aplicado de manera selectiva, a diferencia del sistema estadounidense que rige para todos los extranjeros con visas y consiste en registrar las 10 huellas digitales, contra los dedos índices en el sistema estadounidense.

También lamentó que haya resultado en atrasos de hasta nueve horas para algunos estadounidenses que el lunes llegaron a Rio de Janeiro, contra una duración promedio de 15 segundos en Estados Unidos.

Por decisión de un juez federal que se guió por el principio de reciprocidad, Brasil recibió desde el jueves pasado a todos los ciudadanos de Estados Unidos tomándoles una foto y las huellas dactilares (a partir del lunes, de un solo dedo, para simplificar el trámite).

Anteriormente, el Departamento de Estado había señalado que Brasil tenía el «derecho soberano» a aplicar la reciprocidad, pero Boucher explicó que eso cambió al ver «los efectos de la política que Brasil ha implementado».

La embajada estadounidense en Brasilia lamentó el lunes de noche la manera en que Brasil empezó a controlar la identidad de los viajeros norteamericanos y expresó «preocupaciones» por los contratiempos que deben soportar al llegar al país.

«Reconocemos el derecho soberano de Brasil para determinar los procedimientos de entrada a Brasil, pero lamentamos la manera en que esos nuevos procedimientos fueron implantados repentinamente», dijo el comunicado.

La Cancillería brasileña, que aún estudia si apelará la medida del juez federal, espera una respuesta de Washington a una solicitud presentada la semana pasada para exonerar a los ciudadanos brasileños de someterse a los nuevos controles de identidad aplicados en Estados Unidos.

A diferencia del sistema brasileño, sostuvo Boucher, el programa estadounidense que comenzó a ser aplicado el lunes a todos los extranjeros con visas que llegan a los 115 aeropuertos internacionales del país fue implementado «de una manera cuidadosamente preparada y de una manera que resulta en las menores inconveniencias posibles para los viajeros».

Su objetivo es reforzar la seguridad interior del país tras los atentados del 11 de setiembre de 2001, cometidos por 19 extranjeros, 15 de ellos sauditas.