WASHINGTON (AP) — El Pentágono está pagando casi un millón de dólares a un contratista para que destruya viejos aviones F-14 en lugar de venderlos con el riesgo de que caigan en las manos equivocadas, entre ellas las de Irán. 

El gobierno está abonando al menos 900.000 dólares para destruir los jets.  Uno de estos aviones militares de 38 millones de dólares —que en el pasado fueron una muestra del poderío aéreo estadounidense— puede ser destruido en un solo día en la Base de la Fuerza Aérea Davis-Monthan de Arizona, donde permanecen las aeronaves en desuso.

  “Una de las formas de asegurar que nadie usará nuevamente un F-14 es despedazarlos en pequeños trozos”, expresó Tim Shocklee, fundador y vicepresidente ejecutivo de TRI-Rinse Inc. en San Luis.  El departamento de Defensa había buscado destruir algunas partes de los jets y vender otras que podrían utilizarse en otros aviones. Pero suspendió la venta de todas las partes después que la AP reportó en enero que compradores de Irán, China y otros países habían aprovechado para adquirir engranajes militares estadounidenses, incluyendo partes del F-14. 

 Entre otras tácticas, algunos intermediarios de esos países falsearon su identidad para acceder a las ventas del departamento de Defensa o comprarle excedentes a compañías estadounidenses que los habían adquirido en subastas del Pentágono y no debían permitir su exportación.  Los investigadores  encontraron que algunos artículos delicados fueron enviados de manera accidental a subastas en lugar de ser destruidos.  En una medida inusual con los aviones obsoletos, el Pentágono intenta ahora cerrar todas las vías de acceso a los compradores de partes de Irán, destruyendo los F-14 y luego revisando los restos para asegurar que no quede nada útil.