EU dispuesto trabajar con René Preval

EU dispuesto trabajar con René Preval

WASHINGTON, (AFP) – Estados Unidos está dispuesto a trabajar con el nuevo presidente haitiano René Preval, pero le preocupan sus vínculos con el ex jefe de Estado Jean-Bertrand Aristide y la posibilidad de que el ex mandatario regrese a Haití.

“Vamos a trabajar con el gobierno de Preval”, declaró el jueves la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, y se manifestó lista pra aumentar la ayuda estadounidense a la nación más pobre del continente americano.

“Vamos a ver qué recursos suplementarios podemos necestiar para ayudar a ese gobierno”, indicó la jefa de la diplomacia norteamericana ante el Congreso.

“Es de nuestro interés que haya un Haití democrático y que un Haití estable evolucione finalmente a la prosperidad”, agregó Rice, quien visitó el país caribeño en septiembre para respaldar el proceso electoral, que culminó esta semana con la declaración del triunfo de Preval.

Estados Unidos, que espera que el respeto de los principios democráticos erradique la violencia, se cuidó de no aparecer imponiendo a un candidato durante la campaña electoral.

“Ninguno de los principales candidatos es un problema para el gobierno norteamericano”, aseguró a la AFP el encargado de negocios estadounidense en Puerto Príncipe, Tim Carney, quien se declaró confiado en que el vencedor buscaría cooperar con Washington para combatir a los traficantes de drogas que utilizan a Haití como puente entre Sudamérica y Estados Unidos.

Washington se ha abstenido de pronunciarse claramente contra un eventual retorno a Haití del ex presidente Aristide, a quien Estados Unidos considera como un “factor potencial de desestabilización” para el país y quien vive exiliado en Sudáfrica desde 2004.

Pero el gobierno norteamericano ha sugerido con insistencia que Aristide es un “hombre del pasado”. “Pensamos que el gobierno haitiano debe mirar hacia el futuro y no hacia el pasado”, declaró esta semana el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack.

Considerado como un defensor de los pobres, que representan el 77% de los 8,5 millones de habitantes de Haití, René Preval se mantuvo evasivo sobre el futuro de Aristide durante la campaña electoral.

Abandonado por Washington, París y Ottawa, y bajo la presión de una rebelión armada, Aristide renunció y salió de Haití el 29 de febrero de 2004 a bordo de un avión estadounidense.

La Casa Blanca había acusado a Aristide de ser el causante de la violencia que se había apoderado del país. Tal como la Presidencia francesa, Washington le exigió a Aristide que dejara el poder.

La prensa estadounidense reflejó el viernes estas inquietudes, en particular el diario The New York Times, que advirtió que “si Preval pone una vez más a Aristide a cargo de la situación, los problemas podrían surgir”.

“Si mantiene a Aristide a distancia, podría lograr que su popularidad se incremente rápidamente. Cualquiera sean las circunstancias, Haití tendrá necesidad de apoyo internacional por un largo tiempo”, agregó el diario.

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